domingo, 3 de junio de 2018

10000 DEL SOPLAO - 19 DE MAYO DE 2018







La montaña tiene un algo especial; y las ultras también. Correr en el Soplao, Cabezón de la Sal, sierra del Escudo de Cabuérniga y parque natural de Saja-Besaya, me recordó mucho a Somiedo. Conocía algo de Cantabría, pero nada de la montaña y lo que tuve la oportunidad de conocer me sorprendió muy gratamente. 

Las carreras de ultra distancia son muy exigentes pero te permiten recorrer zonas y distancias que de otra manera no llegarías a conocer ni conocerás probablemente nunca si no haces este tipo de actividades. Lo que ves ten por seguro que jamás lo olvidarás porque las sensaciones irán siempre contigo. Las imágenes que irás recopilando a lo largo de los kilómetros se irán incorporando a tu ADN para siempre. Prados verdes, montañas rodeadas de montañas, aves rapaces, ... riachuelos, fuentes, árboles centenarios que evocan mundos oníricos, caballos de crines largas retozando y relinchando por esos prados ... por todo eso merece la pena correr carreras de ultra distancia. A veces muy criticadas por otros por el enorme esfuerzo físico que hay que hacer sobre todo por los que no somos atletas profesionales. Pero esa opción es personal como también difícil de explicar y de entender por el que no siente lo mismo. Sufriendo te creces. Eso es lo que yo siento. Cuando rompo esa barrera es un salto hacia algo que te da vida. 

Esta carrera no fue la mejor que hice en cuanto a tiempo, era mi segunda carrera de BTT y la primera de esta dificultad y tuve muchos contratiempos. Fue dura pero me siento orgulloso de haberla acabado porque luché por llegar al final a pesar del barullo, cuando no "desorganización", de los tiempos de corte - no veréis en los datos de la organización tiempos de paso en los tiempos de corte -; tampoco hay relojes en el punto de corte. Claro, cuando no tienes problemas con el tiempo lo de los tiempos de corte es algo que no es relevante, y de hecho nunca he luchado tan al límite, pero para los que llegamos justos al primero o la organización lo hace bien o puedes provocar el desánimo, abandonos o que se retiren, como se dio el caso, corredores que pueden acabar la carrera perfectamente. Los cortes por lo que luego entendí los hace la guardia civil de tráfico, no la organización, pero cuando preguntas allí, no hay nadie de la organización y nadie te sabe responder. Luego también me dijeron que habían adelantado el tiempo de corte. He leído en una entrevista al organizador de los 10000 del soplao que reconoce haberlo hecho. Todo esto no lo entiendo. Puntos de corte donde el corte lo realiza la guardia civil de tráfico, puntos de corte sin referencias de tiempo, puntos de corte sin nadie de la organización, tiempos de corte que sobre la marcha la organización cambia ... Bueno, lo pasado, pasado está, pero a mí no me gusta correr en esas condiciones. Inviertes en muchas cosas para estar allí ese día y no me refiero solamente a lo que te gastas sino al tiempo de entrenamiento, las ilusiones, ... como para que la organización no organice bien el pase o no de un corredor por razones que no se comprenden. 

Por otra parte, de no haber sido por un conjunto de circunstancias previas hubiera pasado el punto de corte mucho más holgado. Yo iba bien preparado. Había entrenado durante meses para ello. Tengo experiencia en carreras de montaña (trail) como la UTDS. Sé sufrir y renacer de mis cenizas. Por otra parte, por lo que he podido comprobar las bajadas tendidas se me dan bien y cojo velocidad y no parece que controle mal. En las dos primeras bajadas largas de la primera parte de la carrera bajaba más rápido que mis compañeros lo que me obligaba a esperarles al finalizar las primeras cuestas, en lugar de haber llevado un ritmo más constante que hubiera sido lo deseable. Yo que iba de novato debería haber sido más conservador (menos arriesgar) como me decían pero lo cierto es que me salía bajar rápido aunque el riesgo de caída estaba ahí pero también ir más lento no me garantizaba nada porque había algunos que bajaban a cuchillo (al menos me quitaba a algunos de esos molestos). La idea era ir en equipo hasta que tras "Carmona" lo de ir juntos ya no fue posible.


Otro de los aspectos que se desconocen y que nadie lo dice en esos vídeos tan geniales es que, aparte de que para los 500 corredores que llegaron primero el año pasado hay una zona reservada para ellos, para el resto es por orden de llegada (algunos se cuelan). Hay gente que ya hace cola a las 5 de la mañana y nosotros llegamos sobre las 7 y cuarto (más o menos y eso que aparcamos de cine; llegar y besar el santo). Eso hace que cuanto más atrás estés de la línea de salida menos tiempo dispones para llegar al punto de corte aunque por lo dicho antes lo del punto de corte no es serio. Así que yo creo que conviene madrugar y acostarse temprano para no andar con discrecionalidades de nadie que acaben con las ilusiones de uno o una.




(el de amarillo es el que me dio la nocilla)


(Hacia el final de la cola)



La Carrera

Con la música de los ACDC "thunderstruck" salimos en tropel. Casi 5000 corredores cruzando la salida a las 8 de la mañana. Con buena previsión de tiempo, a diferencia de otras ediciones.

Parones, cuestas. Gente que empieza a tener problemas con la bici. Cuestas. Rampas. Algunas ya empiezan a ser duras. Vamos todavía muy juntos. 

(...)

Tras subir ... llegamos a San Vicente del Monte. Allí nos esperan nuestras chicas a las que saludamos. 

Continuamos. 

Otra de esas circunstancias de ir mal de tiempo fue perdernos al entrar en Carmona. Te hacen cruzar el río con el único objetivo de atravesar el pueblo que ciertamente es precioso para regresar a la carretera por la que veníamos.




Pero lo cierto es que las balizas son a mi juicio insuficientes y por el tamaño de la información muy poco informativa. Hay que tener buena vista para ver las indicaciones (considerando que a la vez y ese día hay andarines, maratón, ultra y btt transitan en algunas partes por el mismo sitio):




Y esas balizas se completan con unas flechas verdes que indican el camino (no hay luego información de cuantos km quedan para el siguiente punto o meta), pero, si como fue el caso en ese momento no tienes a otros corredores por delante que te indiquen el camino es bastante fácil confundirte y así el que iba de nosotros en cabeza, Nowi, que llevaba el recorrido en su navegador de bicicleta creyó que teníamos que tirar por la derecha  (cuando debíamos haber ido recto) y subimos, como se ve en la fotografía, de más  un buen trecho con alguna cuesta que tenía una pendiente del 21,6%, del 16 %... 


Como se ve por la gráfica que grabó mi pulsómetro hubo un punto en que nos dimos la vuelta pero en lugar de bajar por donde habíamos venido, como yo sugerí, decidimos democráticamente ir por otro lugar que parecía que nos iba a facilitar la bajada pero llegamos a un callejón sin salida y tuvimos que volver a subir ese trecho que se ve a la derecha y ya bajar. Hacía calor y en ese despiste se nos unió una chica que se perdió con nosotros ya la que sin quererlo fastidiamos. 



La verdad es que ese incidente previo a la subida del Monte Aa nos dejó tocados tanto mentalmente como físicamente. Yo que a pesar de haber llevado la bici a revisión tenía que cambiar al plato pequeño manualmente (mi bici es de los 80 y de 26 con cuadro de cromoly y tres platos, 19,6 kg sin bidones), nada más atravesar "San Pedro" (por cierto en otras ediciones no se cruzaba por esa población sino que se iba por la carretera) se me sale la cadena y a pesar de ponerla en el plato pequeño la rueda no tracciona. Nowi uno de los tres que iba en el grupo había subido la cuesta ya había desaparecido, Javi cuando me ocurrió lo de la cadena estaba girando en la curva y ya no tenía visión de mí y los perdí. Ya no los vi hasta el avituallamiento de Campa Ucieda.




(el "aspa" es el punto donde me pasó el altercado de la cadena al poco de perdernos; dos mazazos seguidos)

En estas carreras es raro que alguien se pare a echarte una mano y más si vas con el tiempo justo. Una chica me debió ver tal cara de contrariedad o desesperación que me dijo "si pudiera te ayudaría pero no tengo ni idea". Creía que era problema del desviador y así se lo decía a un biker que pasaba pero me dijo "no no es del desviador" y eso me hizo pensar que algo estaba pasando por alto. Y efectivamente lo que había ocurrido es que al salirse la cadena y con esas bajadas (algunas de ellas) tan "rebotantes" se me debía haber aflojado la rueda y al salirse la cadena y meter presión en esas cuestas del 27% se salió la rueda, lo suficiente para que la cadena no traccionara. Ya puesta la rueda continúo pero andaba sin fuerzas y con la cabeza mandándome mensajes nada positivos. 

Otro de los errores, bebida y nutrición. 

No beber más (tuve sensación de sed; habitualmente no bebo mucho y este error lo cometo también en las carreras) y no haber tomado la alimentación por tiempo en lugar por los avituallamientos como habíamos previsto inicialmente. Al irnos de tiempo esa estrategia ya no era válida. Eso me hizo quedarme exhausto con esas cuestas que fui subiendo como pude, más andando que en bici. 

Subiendo el Monte Aa, llego a una intersección en la que había unos bikers parados y les preguntó si es por la derecha o la izquierda (ya digo que la señalización a mi manera de ver era insuficiente) me dicen que por la derecha aunque parecía por la izquierda. Es ya bajada (gracias a Dios) y continúo por una larga bajada hasta llegar a Ruente.




En Ruente me encuentro con mi mujer, la mujer de Javi (Ana) y la mujer de Nowi (Susana) y me dicen que han pasado hace un rato tanto Nowi como Javi (a Javi se le había salido el tornillo de una cala aunque llevaba de repuesto). Según me dijeron el punto mecánico no tenía tornillos de repuesto pero él llevaba. Consejo ... hay que llevar de todo por si las moscas. Mi mujer me debió decir que si quería cambiarme de ropa y no recuerdo si me dijo que si quería el resto de la nutrición y las luces para la noche (no lo recuerdo) pero si fue así le dije que no pues la idea era cogerlo si pasaba el primer corte y de ser así sería en Bárcena Mayor.


Quedaba la parte tal vez más mortífera de esa primera parte, la subida al Moral. Muy larga, mucho calor y mucha gente (pues se subía junto a andarines y corredores, creo). A mí que en un mismo camino nos encontremos con tanta gente me agobia, sobre todo si vas en cuesta y esforzándote.


Hacía mucho calor y me debería haber quitado el chaleco que todavía llevaba, los manguitos que llevaba bajados y la braga que aún conservaba en la cabeza y en el cuello. Si hace calor y llevas mucha ropa favoreces la deshidratación, claro ¿no? pues no lo hice.

Donde está situada la "A" creo que es el punto de avituallamiento y el aspa es donde estaba el punto de corte (desde la A al punto de corte es bajada rápida). Desde el avituallamiento hasta el cruce hay unos 10 km aunque todo es bajada.

La subida de El Moral no me fue bien. Podía haberla subido sin problemas pero iba vacío y me empezó el cuadríceps e isquio de la pierna izquierda a darme algún tirón. Llevaba reflex no para mí sino porque me pidió Nowi que lo llevara y menos mal porque acabé utilizándolo yo. En la subida contacté con Javi que iba caminando y le animé a que se subiera en la bici. Se subió y le vi que iba bien pero cuando me subí para ir con él yo empecé a notar otra vez el tirón en la pierna y me tuve que bajar para evitar males mayores. Ya no volví a ver a Javi hasta la llegada a la meta.

Así fui un buen rato hasta que pude pedalear sin dolor. Otro biker tenía problemas en la espalda y le ofrecí mi reflex. Me paré y se lo dimos. En la subida me quité los manguitos, el chaleco y la braga que llevaba en el cuello y la cabeza.





Recuerdo que al comienzo de la subida un biker se quedó clavado y me hizo parar bruscamente, me quejé con educación y esta persona dejó su bici para ayudarme a coger tracción y salir pedaleando. Me quedo con estos gestos de solidaridad. Ese tipo de gente es la que me gusta. Ese gesto es algo que guardo como una de esas cosas por las que merece hacer deporte. 

Llego al avituallamiento de El Moral y una niña pequeña se dirige a mí para ofrecerme agua (los voluntarios de 10). Se veía que le hacía mucha ilusión. Me paro y lleno el bidón. También lleno el otro bidón con bebida isotónica y continúo por esa bajada a muerte para llegar al punto de corte al que iba muy justo. La verdad es que con tantos incidentes y mientras subía El Moral iba como que me daba igual llegar al punto de corte pero como en las bajadas recupero mucho pues a por él que fui. 


En la bajada se formaba mucho polvo. No era complicada pero tuvimos la mala fortuna de que el coche médico nos frenaba y nos iba echando mucho polvo. La verdad es que nos iba poniendo en una situación un tanto difícil cuando no de peligro porque el camino no era lo suficientemente ancho para ir coches y bicis. El que iba delante de mí tenía miedo de pasarle. Lo cierto es que si en ese momento un biker se cae el coche sin duda lo atropella. Les levanté la mano para decirles que fueran más despacio y nos dejaran pasar (me cabreó bastante su actitud). Aminoraron algo y pudimos pasarles. En eso llego al cruce con la carretera. No sabía si ese era el corte. No sabía como buscar la hora en el pulsómetro sin pararlo. El teléfono lo llevaba atrás en la mochila y no llevaba, como acostumbro, otro reloj en la muñeca. Hay un guardia civil y me dice que está cortado. Pregunto por alguien de la organización pero allí no hay nadie. Me dice que tengo 20 minutos para llegar al avituallamiento pero que no me va a dar tiempo y le digo que da de sobra y que además tengo a mi familia esperando y me dice que continúe. Y paso el corte. Ya digo que lo del corte era un caos.


Veo a corredores que bajan, otros que van subiendo. Llego al avituallamiento de "Bárcena Mayor" y allí no hay nadie. Me llama Ana y me dice que Javi le han parado en el punto de corte (luego me dijo que le pasé en la bajada y que él creía que me había dado cuenta porque le dije algo pero la verdad es que no sabía que era él - generalmente animo a los demás-; yo creía que iba por delante de mí) y que no continúa que se da la vuelta. A mi me dan ganas de hacer lo mismo. Todo lo que nos ha pasado, lo de perdernos, lo de la nutrición, no ir en grupo como habíamos dicho me afecta mucho; de no haber sido así la carrera habría sido diferente. Pregunto a un señor de la organización que si sigo en carrera y me dice que sí, que puedo continuar pero que me de prisa porque cierran el avituallamiento o que si no salgo no puedo continuar (no me entero de lo que me dice porque estoy un poco noqueado por todo lo pasado). Ana me dice que se han ido de allí y que tampoco han visto a Nowi y que Nowi les ha dicho que se vayan al siguiente punto. Me quedo un poco perplejo porque esperaba que nos esperarían allí a todos. Ana me dice que me espere que regresa a darme la alimentación y las luces pero pasa el tiempo y no viene y me empiezo a poner nervioso porque no sé si van a poder venir. Le llamo por teléfono pero no me lo coge. Llamo a Alicia y tampoco. Decido continuar sin comida y sin las luces para la noche (luego me comentó que hizo e hicieron todo lo que estuvo en su mano para dármelo - el acceso en coche estaba cortado y tuvieron que hacer de todo para llegar hasta mí-  y que llegó pero ya me había ido; se portaron fenomenal). Llevaba una linterna pequeña de repuesto y si no consigo luces utilizaría esas.

A partir de ahí es todo una lucha. Lucha contra el cabreo que llevaba por todo lo pasado. Ni de coña era normal lo que había pasado (estábamos más que preparados para llegar sin problemas). Cabreado por tener que tirar sin comida y sin luces, marcharme sin ver a mi mujer, que Javi hubiese abandonado (eso me fastidió muchísimo y más que me dijeran que le había pasado y no me di cuenta). Un desastre la verdad. Por la tensión, y por si fuera poco, no se me ocurre coger algo ni de comida ni bebida en ese avituallamiento (el siguiente avituallamiento sólido estaba a más de 20 km en Ozcava), que hubiera sido lo más lógico, pero estoy contrariado por todo lo sucedido y salgo sin comer nada y sin previsión de si conseguiré algo.

Además como se suponía que íbamos a ir en grupo me había despreocupado de estudiar el itinerario (lo que nunca se debe hacer; ni me había descargado el track de la carrera) y me tuve que enfrentar desde el desconocimiento (cálculos) a lo que me iba llegando (vamos que estaba más perdido que una piraña en un bidé). Aunque llevaba una gráfica del recorrido, no la había estudiado.

Miraba el suelo por si veía algún gel o barrita que se le hubiese caído a alguien. Incluso llegué a pensar en pararme y comerme un trozo de plátano que estaba tirado. Fui subsistiendo a base de agua e isotónica. Por suerte llevaba mucho de ambas (la que rellené en El Moral).

*** 

La subida a Fuentes la llevé con resignación aunque también se me hizo algo larga. Ahora mismo tiendo a mezclar en mi memoria la subida a Fuentes con la de Ozcava. En la de Fuentes empecé a sentirme más fuerte hubo alguien que preguntó que cuanto quedaba para llegar a la subida y le dije que como si me ponían 10, 20 o 50 cuestas más, que me daba lo mismo. Había decidido luchar. No le hizo mucha gracia pero otro me dijo que si era vasco por lo echao palante. Incluso me dijeron que les contara un chiste y como soy de chistes malos pues ... De todos modos creo que esa es la actitud, a mal tiempo buena cara. Se me había pasado el enfado y, bueno, iba a ir a por todas. Si llegaba al segundo corte sería la medalla de plata y me acordé de los amigos que peinamos canas y nos autodenominamos la "brigada de plata". Me dije que lo haría también por ellos. En el avituallamiento de Fuentes no queda agua pero queda isotónica, pues venga. Y allí le pregunto a uno que si tiene comida de sobra (resulta que es el que estaba con nosotros en la salida). Me da medio sandwich de nutella que me sabe a gloria. Me lo como tumbado en la hierba y tras ese descanso a por Ozcava.


En la subida a Ozcava me cruzo con caballos de crines largas, uno negro precioso relincha mientras cabecea en el cuello de otro marrón que ha atravesado el camino para ir al prado del caballo negro. 

El paisaje es espectacular. LLego al avituallamiento y allí me tomo cuadraditos de sandwich de jamón de york (unos cuatro) y dos vasos de caldo y comienza la bajada. Una bajada en la que se disfruta mucho porque ya se huele el segundo corte pero como que me da igual solo quiero rodar y disfrutar y lo consigo.

En la bajada hacia los Tojos con tanto traqueteo y estando el fotógrafo delante, que es el que me lo dice, se me cae uno de los bidones el de la bebida isotónica. Paro y voy a recuperarlo. Es precisamente en este instante:




Bajo muy rápido pero temo que al ser la bajada algo rota, con piedras incrustadas en el terreno, rompa la cámara y así doy un buen golpe en la rueda trasera que me hace temer que algo haya pasado y espero a ver si pierde aire la rueda, pero por suerte no es así.

Paso por los Tojos y la bajada por la carretera y las cuatro revueltas molan; nunca había bajado algo así con bajadas tan empinadas y con curvas tan cerradas. Las zapatas de freno echan humo. A todo esto hay que decir que durante toda la carrera la GC del seprona no paraba de pasar cuidando de los corredores. Mi reconocimiento a su labor, a protección civil y toda la gente de los avituallamientos. 

Continuamos por carretera hasta "Correpoco" para internarnos por la montaña. Camino entre árboles con alguna rampilla corta (para y cambia al plato pequeño a mano) pero pasable (me recuerda a los caminos finales de Somiedo).

Voy bajando hasta llegar a Renedo. Íbamos en un grupo de tres o cuatro. Uno de ellos es el que me había dado la nocilla.




En el perfil de la carrera de 2016 este tramo que se interna por el campo se hacía por la carretera que se ve hasta esa edificación (creo recordar que es un restaurante) y luego se remontaba hasta el corte de la carretera con el comienzo de la subida al Negreo.

Cuando cruzo me pongo a hablar con los GC, llego 45 minutos antes del corte. Me dicen que no me quede hablando y que continúe que me voy a quedar frío. 


Veo a Alicia que me da la comida que tenía que haber recibido en Campa Uceda aunque ya me sirve de poco. De lo que me da me tomo las sales y cojo las luces. En el avituallamiento me tomo unas cintas de lomo (tres o cuatro), plátano, agua ...





y reemprendo el camino. Enseguida llegan unas cuestas muy fuertes y sinceramente habiendo pasado el segundo corte y con todo lo que he pasado pues como que paso de que me pegue un tirón en el cuádriceps y me bajo de la bici y subo andando. Cuando veo que el camino se hace practicable doy pedales. Cuando no, pie a tierra. Todo el pescado está vendido.



Va anocheciendo. La subida del Negreo es, utilizando expresión de Javi, pestosa, incómoda para ir en bici. Con piedras sueltas, rota, con altibajos, roderas, ... difícil hasta para caminar, el caso es que cuando me subía a la bici me topaba con el que iba delante y me quedaba clavado con lo que tras varios intentos de ir a rueda sin pasarle y tenerme que bajar de la bici con riesgo de caída, continué caminando. 



Cuando coroné el Negreo y empezaba a anochecer me paré a poner las luces. Un biker me ayudó sujetándome la bici y tras comprobar que funcionaban correctamente decidí continuar. Había niebla con lo que la visión era muy reducida. Puse el foco a tope confiando en que eso me durara todo el camino y tal vez eso fue la causa de lo que me pasó después.



A todo esto cuando bajaba conecto con Nowi que de los tres era el que iba delante. No me doy cuenta de que es él pero él sí me reconoce. Nos da una gran alegría y bajamos juntos. Yo es que me embalo y me cuesta frenar pero en un determinado momento me quedo sin luces. Paramos, revisamos el cable, desenchufo y vuelvo a enchufar pero están muertas. A partir de ese momento tengo que tirar detrás de Nowi (llevaba no obstante luz roja detrás y una pequeña luz blanca de posición que no quité en ningún momento).

Seguimos bajando pero sigue habiendo subidas que no esperábamos aunque en el gráfico de los desniveles del recorrido figura una ligera subida. Cualquier subida más ya sienta un poco mal.

En la subida al Negreo hay un tramo que no lo graba mi pulsómetro porque lo paro sin querer. Es curioso porque en total me salen 162,5 km (los km totales del recorrido) y eso incluyendo el trecho que nos habíamos perdido.



En ese punto nos encontramos a un grupo de ambulancias. Es ya de noche cerrada. Se agradece que haya gente velando por todos.

En este punto si no es por mí nos volvemos a meter por un camino equivocado porque Nowi iba hacia la derecha que era cuesta abajo. Pero es que la baliza se veía muy mal y por delante no se veía a ningún corredor.







Si nos llegamos a perder aquí la liamos pero bien.




Ya nos vamos juntando un buen grupo y la ambulancia que viene detrás de nosotros pone las luces largas con lo que nos alumbra como si fuera de día. Se agradece. Así llegamos al corte con la carretera previo a Ruente. Es el camino por el que pasamos por la mañana. Nos dicen que esperemos un poco y cuando nos dan la salida le vamos dando aire. Tengo ganas de llegar y me veo fuerte así que tiro.

Unos bikers que iban detrás nuestro dicen que les llevamos con el gancho. Algún repechillo nos queda. Nowi dice que hay que disfrutar y que nos relajemos pero yo necesito darme cera y aunque intento seguir su consejo no puedo. Ya no hay tiempo para relajarse hay que llegar. Lo hemos conseguido. Íbamos a entrar juntos pero no sé como nos descolgamos, supongo que porque las calles se estrechan, y me sitúo yo primero. Los metros finales se hacen siempre un poco interminables por desconocimiento de la ruta. Giro a la izquierda entre casas. La gente aplaude a nuestro paso. Veo la meta, levanto las manos del manillar y saludo de alegría.



LO HE CONSEGUIDO .... EL QUE RESISTE GANA ... aunque con una sensación agridulce por todo lo sucedido.



Teníamos previsto hacer entre 12 y 13 horas y nos fuimos a 15 horas


Especiales agradecimientos a los que incondicionalmente siempre están ahí, a los que se preocupan de nosotros y siempre tienen palabras amables y deseos sinceros.

A las chicas que hicieron todo lo que pudieron para hacérnoslo fácil incluso cuando se lo ponemos difícil.

A los que nos soportan en el día a día, cuánto más cercanos más mérito. No es para menos, sobre todo cuando se acerca el día de marras.



A Jorge, mi entrenador, quien hizo todo lo que estuvo en su mano para hacerme el entrenamiento asequible, a pesar de que no ha sido fácil entrenar con este invierno de lluvia permanente. 
A mi querida bici Otero Sendero que me ha dado tantas satisfacciones desde el silencio y la constancia.

A la tienda BOM BIKES de Villaviciosa de Odón por ayudar en las urgencias, con especial agradecimiento a Santi el mecánico.

Al del mazo, porque ya nos hemos hecho amigos.
A las dificultades porque como dijo Laird Hamilton, el famoso sufista de grande olas, me sirven de alimento para superarme

A mi porque aunque no sea cojonudo del todo, lo intento.

Y por supuesto a mis compañeros de fatigas a Javi y Nowi por todo lo que me han enseñado en tan poco tiempo, por sus consejos, por la logística, porque gracias a ellos uno de mis sueños se han hecho realidad... gran parte del mérito de esta carrera es suyo ... y lo saben ;)



FIN
(continuará ....)

















   

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