jueves, 31 de diciembre de 2015

IV SAN SILVESTRE TRAIL PEDREZUELA (9km) - 26 de diciembre de 2015



DATOS DE LA CARRERA:

Organización: 
Lugar: Pedrezuela (Madrid)
Fecha: sábado, 26 de diciembre de 2015  
Climatología: Seco. Frío. Sin viento pero sensación de cero grados.
Entrega de dorsales: 8:00 horas, en el Polideportivo de Pedrezuela (mostrar DNI y tarjeta federativa en su caso). 
Control de chip: 9:45 horas
Salida y Meta: Polideportivo (la salida es en calle lateral y la meta en el campo de fútbol)
Hora de la salida: 10:00 h de la mañana.
Distancia: 9 km 
Dificultad: Media-baja (Opinión personal)
Desnivel acumulado: 540 metros (+- 270 m)
Valoración "paisajística" del recorrido: Atractiva sobre todo la zona del río.
Valoración de la organización de la carrera: Entrega de dorsales: perfecto; avituallamiento en carrera: el prometido; señalización: hay tramos en los que es fácil despistarse, en el regreso en la bajada al río y cuando se pasa una casa en ruinas que tiré recto y si no es por otro corredor me pierdo. Avituallamiento en meta: bebida isotónica, turrón ... y luego caldo y bocadillo de panceta.
Valoración final: Muy recomendable. 

***
PREVIOS

Llego a la carrera con peso de más, con poco entrenamiento debido al parón tras la lesión del gemelo y por si fuera poco con un catarro que, gracias a mi participación en esta carrera, acabó el domingo en bronquitis. De haber sabido que iba a empeorar igualmente la habría corrido, entre otras razones porque ya me quedé sin correr el cross de cuerda larga por la lesión y luego hubo otras carreras que tampoco pude correr y no iba a terminar el año sin tampoco correr esta. Además me estrenaba en la carrera con el club de trail al que pertenezco, el "trail xtrem team". 



La carrera

Hacía frío y eso que este año está haciendo un invierno primaveral. Aun así Pedrezuela es una zona cercana a la montaña y las temperaturas son bajas. Escarcha en los campos y frío pelón. Se agradecía estar a cubierto. Cuando llegaron los del club fuimos a tomar un café en el bar más cercano pero estaba a tope así que el grueso del grupo nos dimos media vuelta y nos quedamos fuera hasta que empezó la carrera. Antes me encontré con Pirata y Pequis. 



Hay control de chips para pasar ya directamente a la salida. Antes calentamos por el campo de fútbol.



Se da el pistoletazo de salida (no hay alfombra de cronometraje) y salimos, al menos en mi caso a la búsqueda de lo desconocido. 


Se sale por asfalto pero en poco tiempo se entra en un camino de tierra que empieza a picar hacia arriba. Aunque con alguna bajada lo más significativo son las continuas subidas, incluyendo la zona del río. En las subidas hago un esfuerzo considerable teniendo en cuenta que por el catarro me cuesta mucho respirar y por tanto me cuesta más de lo habitual recuperar el resuello. Salí tranquilo pero luego empecé a ir algo más rápido. Noto a pesar de lo dicho que he mejorado mucho en las subidas ya que en mis entrenamientos siempre están presentes. 

Nos habían dicho que cuando cruzásemos el río nos íbamos a mojar pero la organización había dispuesto un puente de palets que lo impedía. De esta manera nos evitábamos tener que ir gran parte del recorrido con los pies mojados. Noto que cuando llego al avituallamiento por efecto del catarro no voy tan fino como debería pero enseguida comienza la bajada y ahí me siento mucho más ligero y esa sensación de presión se me pasa. Además bajar me gusta ¡a quién no! Voy corriendo con Jorge el Presidente del Club que lleva un gorro de mamá Noel.  Y va bromeando, eso lo hace más divertido aún. 

Cruzamos el rio.... y de ahí la estampa siguiente. La zona del río es muy especial. Me gusta.



A partir de ahí comienza la subida de regreso. Subo bien pero el último tramo antes de coger asfalto me cuesta por la falta de entrenamiento y por el catarro. Ya llegamos al final. Recorremos los pocos metros que quedan ya para llegar a la meta pero aún hay que subir la cuesta de entrada al campo de fútbol.

Jorge comienza a hacer de las suyas como se ve.



Creo que nunca había tenido que ayuda a una damisela en apuros y así la entrada en meta no es que sea muy atlética pero sí altruista ... jejeje.

Por supuesto después vino el post- carrera con su cervecita y ... de vuelta  a casa.


  "A por la siguiente"
FIN DE 2015
***


domingo, 6 de diciembre de 2015

XXIX CROSS DE LAS DEHESAS - 13 de septiembre de 2015


DATOS DE LA CARRERA:

Organización: Club Deportivo y Culturas de Empleados del Banco de España (CDCEBE)
Puntuable: Para la Copa de Madrid de Carreras por Montaña 2015 de la FMM.
Lugar: Cercedilla (Madrid)
Fecha: 13 de septiembre de 2015 
Entrega de dorsales: 8:00 horas, en el Polideportivo de Cercedilla (mostrar DNI y tarjeta federativa). 
Control de dorsales: 8:45 horas
Salida y Meta: Polideportivo de Cercedilla
Hora de la salida: 9:00 h de la mañana.
Distancia: 24,3 km según el reglamento de la carrera. (En mi "gps" 24,29 km)
Dificultad: Alta. Muy técnica. (Opinión personal)
Desnivel acumulado: 1.700 +
Tiempo límite: tiempos de paso según reglamento.

Previos

Cuando corrí la K-22 del mes de julio notaba eso que se suele llamar "sobrecompensación" aunque yo prefería decir buen estado de forma. Me notaba fuerte en las subidas, ligero al haber bajado peso y tener potencia ... es decir me encontraba en un buen estado de forma física y también mental por tsunami de endorfinas que recibí tras el TP 60. 

Había pasado el verano y a pesar de seguir entrenando mi entrenamiento ya no fue tan sistemático como cuando estaba preparando el TP 60 y así y viviendo todavía del rédito de aquel entrenamiento me dispuse a correr esta carrera. El estado de forma ya no era el mismo, había ganado también peso y no había podido entrenar en montaña más que un día intentando hacer el recorrido, dos semanas antes.

En aquel entrenamiento tuve la oportunidad de comprobar que se trataba de una carrera muy dura. Por compararlo con otra carrera vivida era un "mini maratón alpino". La subida a Siete Picos no es "moco de pavo" pero en el entrenamiento dirigí a unos corredores que iban a hacer la "Madrid Segovia" hasta el Puerto de la Fuenfría y se me hizo bastante ameno el recorrido incluso enlazando con siete picos. Cuestión diferente era luego la subida al "cerro minguete" y nueva subida a "montón de trigo". 

En ese entrenamiento como empecé a despistarme con el recorrido opté por seguir la carretera de la república en cuanto pude y bajar hacia Cercedilla y desde allí hasta donde había dejado el coche. Para colmo todavía seguía haciendo calor y ese entreno se me hizo más que duro, que también, excesivamente "cargante". Por si fuera poco los sesamoideos de ambos pies me seguían molestando y eso añadía una nueva carga.

En aquel entrenamiento del 29 de agosto, hice 25,41 km. 

***

La Carrera

Al ser prueba computable para la copa de Madrid de la FMM había mucho nivel o como suelo decir lleno de "gente peligrosa". Conocer el recorrido tiene sus ventajas pero en este caso no lo tengo muy claro. El recorrido como ya he dicho es duro. Diferente al del año anterior, más largo. Las bajadas son muy técnicas y se puede correr con bastante dificultad además de riesgos de caídas.



***
A las 9,00 h. en punto la experimentada organización del club de montaña Banco de España dio la salida a la carrera para afrontar un novedoso recorrido que desde el polideportivo municipal afrontaba la ascensión hasta el pico Majalasna y Siete Picos cruzando la localidad de Cercedilla por Camorritos en una muy exigente ascensión de más de 800 metros de desnivel positivo partiendo de la cota 1200 hasta conquistar los 2060 metros de Siete Picos. Un rápido descenso al Collado Ventoso y posterior subida a Cerro Ventoso encaminaba a los corredores al Collado de la Fuenfría para, después de avituallarse ascender al Montón de Trigo por Cerro Minguete y descender por el mismo camino para desviarse hacia el sur buscando el Collado de Marichiva y afrontar la ascensión a la Peña del Águila y posterior descenso hasta el centro de interpretación y regreso a la línea de meta por Camorritos cruzando por el Herrén de Cebrián.

***

A pesar de haber "mákinas" por suerte había gente más "normal" aunque bien es cierto que en este tipo de carreras decir normal es decir gente con "dura" porque este tipo de carreras tan técnicas no son para cualquiera (es mi opinión).

Cuando acumulas en esto de las carreras "trienios" y sabes que no te juegas nada sales tranquilo a ver como se va desarrollando la carrera y eso fue lo que hice. 


La salida discurre por donde se regresa del maratón alpino aunque en este caso se gira en lugar de cruzar el arroyo se discurre por la izquierda y en paralelo a él. Enseguida se remonta una cuesta bastante erosionada y empinada. Además por ser verano se levanta polvareda y es un poco agobiante.

LLevar bastones, llevar chaleco ... los bastones considerando el recorrido no me iban a ser de gran utilidad. Al final sí llevo mochila y me vino bien; aunque mucha gente corría sin nada. 

La subida a siete picos la hago a muy buen ritmo y adelanto a algunos pero pierdo tiempo en las bajadas porque son muy técnicas y tengo miedo a darme un castañazo. Precisamente el que va detrás mía en esta foto nada más pasarme se dio un buen golpe aunque le previne porque bajaba demasiado loco. 

Con la chica que va detrás fui pegada a ella hasta montón de trigo pero luego en la bajada cogía más distancia y llegó un momento en que la perdí. Precisamente al subir a montón de trigo me quedé bastante vacío. Tal vez había ido demasiado fuerte en la subida a siete picos y montón de trigo y eso me pasó factura. Eso y seamos sinceros que no había entrenado específicamente. Demasiado bien lo hice para cómo estaba.

Cuando llegué a cerro minguete de nuevo y fui siguiendo el curso hasta peña bercial iba un poco a mi bola, tranquilo. No recuerdo si fue en ese trayecto cuando por despiste me hice una torcedura que me pareció seria si bien luego recuperé fácilmente. 

Todavía quedaba mucho por delante y duro ya que desde el Collado de Marichiva hasta la Peña del Águila no la hice en el entrenamiento. Enlacé con un corredor del "Tierra Trágame" y fuimos tranquilamente charlando. Nos juntamos con una chica del "club Todovertical". Desde ahí reconoció que no iba tan rápido y que "tirásemos". 

Fui siguiendo a la chica que bajaba bastante rápido. No recuerdo si tuve un percance (nueva torcedura o que se me desataron los cordones) pero lo cierto es que me distancié de la chica aunque la tenía a la vista.  

En la bajada por la "ladera del infierno" empecé a sentirme ligero y correr como si me llevara el diablo y así logré contactar con esta corredora en la zona de la vaqueriza. Le había dado una pájara y no iba tan fina. Fui acompañándola un buen trecho pero entre el km 21 y 22 se quedó detrás y aunque la animé veía que no podía. 

Seguí tirando y llegué a una zona que psicológicamente es dura porque son de esos tramos que en esos momentos sobran. Es una zona con toboganes, ya en camorritos, con polvo y calor y ya empezaban a notarse los kilómetros. Los de la organización me animan porque en ese momento voy caminando y me dicen que corra y lo hago. Les hago una broma y nos reímos. Les digo algo así como "¡ay señor llévame pronto mi cuerpo pide meta!".

Finalmente llego a la cuesta empinada del comienzo y no se me ocurre otra estupidez que pegar un salto desde una roca hasta el recorrido y al caer con la pierna izquierda me da un tirón en el isquio izquierdo que me impide correr. Estiro rápidamente. Me doy un masaje y bajo el ritmo. ¡Horror, ya la he fastidiado! me dije. No me queda apenas nada para terminar pero la suficiente distancia para que todo lo ganado lo pierda por esta tontería. Por suerte voy cogiendo ritmo de nuevo y veo que voy bien y comienzo a correr nuevamente.

Llego al prado del arroyo del Maratón Alpino y solamente me queda cruzar la verja y enfilar por la calle que conduce hasta la meta. Camino y en eso que me encuentro a unos conocidos de "Madrid Trail" con los que corrí por "Bustarviejo" y me dicen que me ponga a correr y les hago caso. 

Grito de montaña y enfilo hacia la meta. Misión cumplida. 

Posición 13 del grupo de Veteranos B y 88 de la absoluta. En 3:49:56.

***
Lo que no sabía es que ese mismo mes tras una quedada en montaña el sábado 26, el domingo 27 me lesionaba por una rotura en el gemelo izquierdo que me impidió correr el "Cross de Cuerda larga" y perder ese estado de forma física que tanto esfuerzo me había costado conseguir.


***
El próximo 26 de diciembre correré una carrera de 9 km en Pedrezuela. Será mi reencuentro con la montaña.

domingo, 2 de agosto de 2015

V K-22 PEÑALARA (Edicion 2015)



Datos de la carrera:

Web Grupo de Montaña "La Acebeda"

Lugar: Real Sitio De La Granja de San Ildefonso
Fecha: 26 de Julio de 2015
Salida y Meta: Plaza de Los Dolores de la Localidad
Hora de la salida: 9:00 h de la mañana.
Distancia: 23 km aprox.
Dificultad: Media-alta. Alta montaña
Altura Máxima: 1850 m
Altura mínima:1130 m
Desnivel acumulado: 3000 m
Máxima pendiente: 49´5%
Tiempo límite: 5 horas

Avituallamientos: 4 solido/liquido mas meta y 5 líquidos mas meta. Servicio a los corredores: Bolsa del corredor, duchas en el campo de fútbol, masaje en meta, atención sanitaria tanto en linea de meta como en el recorrido, réflex en los avituallamientos, bañera de relajación de piernas en la meta, seguro de accidente y responsabilidad civil, corredores escoba. Atención por parte de los miembros de Protección Civil, Guardia Civil Seprona y médicos.


La carrera

Me habían hablado tan bien de la carrera y había leído experiencias de pasadas ediciones que decidí apuntarme. Además la prueba era puntuable para el campeonato de Castilla y León y eso la hacía un poquito más especial. 

La diferencia del circuito de este año respecto de años anteriores era que la dirección del "Parque" no permitía subir hasta Peñalara y como la alternativa que ofrecía el parque no ofrecía las suficiente garantías para la seguridad del corredor optaron por un nuevo recorrido menos técnico (aunque tras correrla eso es discutible). Por este motivo intenté que se apuntaran algunos amigos y finalmente Neni de los T-Diesel y Adrián, compañero de trabajo, se decidieron a correrla. Luego resultó ser más dura de lo que esperaba.


*** 

La carrera empieza a las 9 de la mañana pero si sales desde Madrid lleva practicamente una hora llegar hasta allí. Además tenemos que recoger el dorsal y por si hay algún contratiempo es preferible llegar con tiempo suficiente. Por este motivo quedamos a las 6 de la mañana y llegamos allí sobre las 7 y cuarto, más o menos. Tiempo más que suficiente para recoger los dorsales, el chip, y tomarnos un café. 



Al poco de llegar, llega Neni. En ese momento estábamos tomando un café en el Bar Castilla. Su dueño también corre la carrera. Las paredes están llenas de fotografías de corredores de montaña. Uno de los camareros apoyará a los corredores durante toda la carrera. 


Cuando llegamos están empezando a preparar los arcos de la salida-meta. Se van viendo caras conocidas.

Hace frío, unos 12 grados. Menudo cambio de temperatura. Buscamos el sol. ¡Increíble! Saludo a Jorge de Madrid Trail quienes van a poner una carpa con material de carreras de montaña. 

Hay que pasar el control de salida y llegamos justos aunque hasta que no pasen todos el control no comienza la carrera.

Para Neni es su primera carrera de montaña y para Adrián su primer medio Maratón. Me siento con el corazón partido; Adrián tiene un ritmo más parecido al mío y así corremos juntos. El comienzo es tumultuoso, apenas hay espacio para correr. Levantamos mucho polvo. La carrera en sus primeros metros discurre a lo largo de la tapia del Palacio que queda  la derecha por el camino que se llama "de la silla del Rey".

Comienza a hacer calor aunque pronto nos meteremos en el bosque y al menos iremos en sombra. Yo me veo bien pero noto que Adrián va más justo y me adapto a él. Llevo en la mochila una caja con monedas que va haciendo un ruido muy molesto y cuando llegamos a un claro y veo que no puedo molestar a nadie me quito la mochila y saco las monedas. El invento que pensaba que podía ser útil para llevar billetes y monedas no lo es. Continuamos en la carrera. Adrián me dice que siente el pecho oprimido, que de piernas va bien. La verdad es que hay mucho polvo y pienso que puede ser eso aunque más bien creo que la carrera tiene su complejidad en el sentido de que si no has entrenado en montaña enfrentarte a una carrera así cuesta. 

Yo me veo muy bien con fuerza en las piernas. Esto realmente me anima porque a diferencia de los comienzos de la temporada que iba justo e incluso con dificultad para seguir a Adrián en las cuestas, ahora me veo muchísimo mejor, he elevado el umbral de resistencia en la pendiente aunque también debo decir que al bajar de peso me siento más ligero y eso ayuda.


Nos enfrentamos de repente a una cuesta que creo que es la silla del Rey. Es impresionante. Toda una fila de a uno de corredores hacia arriba y hacia abajo. 



Hacia la mitad de la cuesta Adrián me dice que tiene que parar. Eso me preocupa. Apenas hemos empezado y aunque la cuesta es dura él ha subido "cabeza de hierro menor" y esta debería subirla sin muchos problemas. Nos empiezan a pasar corredores que en otras circunstancias no nos pasarían. Lo siguiente es un subir y bajar por senderos parecidos a los de Cercedilla. Entre pinares. Me gusta. Llegamos otra vez al Puente de Plata y cuando subimos la cuesta del Esquinazo a Adrián le da un tirón en el gemelo. La cosa pinta muy mal. A partir de ese momento vamos caminando y a Adrián se le van agarrotando las piernas. Pienso que no hubiera sido tan mala idea llevar "réflex"en la mochila.

La subida a "Fuente Infantes" con el calor, resulta muy dura. Adrián se detiene en varias ocasiones y cuando estamos a unos 400 metros de la cima vuelvo la vista atrás y no le veo. Un corredor me dice que está sentado más atrás. Me dice que se ha parado a tomar un gel. Me siento responsable por haberle embarcado en la carrera pero pensé que podía hacerlo sin problemas. Todos podemos tener un mal día y hoy le ha tocado a él. También me preocupo por Neni a quién antes había llamado por teléfono pero no me lo cogió (luego me dijo que había dejado el móvil en el coche). Suponía que le iba a costar pues no era una carrera tan sencilla como me dijeron; y siendo la primera ...

Desde el esquinazo vamos coincidiendo con una chica de Segovia que como nos comenta se había preparado específicamente para esta carrera pero que ha empezado a tener problemas en un tobillo. También nos hemos ido cruzando a lo largo de la carrera con otra chica que iba acompañada de un corredor por lo visto muy conocido en la zona (Santa) y que abandona tras haberse mareado en dos ocasiones. Fui hablando con "Santa" a quién acompañé a Fuente Infantes para coger agua y llevársela a su compañera. 

Allí me encuentro con otros corredores que no llevan ni mochilas ni vasos (obligatorio) y me piden que les deje el bidón para beber. El voluntario que está en ese punto nos advierte que bajemos el cortafuegos con cuidado. Así lo hago.

Cuando llego al final del cortafuegos hay un conductor de protección civil y le digo que mi compañero va tocado. Me dice que se iba a marchar pero que se espera. 



Cuando llega Adrián decide continuar. Otro corredor le había ofrecido un ibuprofeno antes y con el reflex que le pongan cree que puede continuar, aunque andando. A mi lo de andar pudiendo correr se me hace muy duro sobre todo encontrándome tan bien, pero no puedo abandonar a Adrián. Sé que si le abandono lo deja. Ya tomé la decisión de no dejarle y la mantengo. 

Adrián como es un tío muy ocurrente, cuando le preguntan los voluntarios que dónde le duele el dice que "mejor empezar por dónde no le duele y así acabamos antes". Seguimos  y al tiempo llegamos a la denominada "bajada técnica". 


Una bajada en la que como ya me previno Santa, en algún momento había que tirar de manos. Y no tiré de manos sino que me caí y me di un buen golpe en la muñeca (el lunes fui al traumatólogo y me dijo que tenía un buen derrame articular); golpeándome en la misma zona que en el TP60. La bajada tiene mucha piedra con escalones, y arena por encima de las piedras, con lo que era fácil resbalar; incluso algún bloque de piedra que no resulta fácil sortear.

En esa zona hay una cascada (del Chorro grande) en la que el miércoles de la semana siguiente, un chico de 27 años se despeñó. Es una zona muy agreste con bloques muy grandes de piedra y con un gran desnivel, la bajada técnica lo confirma, por lo que hay que extremar las precauciones.

A todo esto durante toda la carrera la mochila me quedaba grande al ir casi vacía y los bidones llenos de líquido me golpeaban en las costillas (los primeros días de la semana siguiente tuve la zona izquierda dolorida e incluso oscurecida por el continuo golpeteo). 



Una última y puñetera cuesta (aunque luego quedaría un repecho) y enfilamos el camino sin contratiempos hacia la meta. Veo que el límite de tiempo se aproxima y aunque no le doy importancia a la posibilidad de no llegar, la verdad es que me siento extraño estando en una situación así (es la primera vez). 

Le digo a Adrián que si puede entremos trotando en meta y así lo hacemos. 

Luego nada más llegar nos encontramos a Neni que según nos cuenta abandonó la carrera porque se perdieron y luego al ver que con ese despiste podían no llegar a tiempo, se dieron la vuelta.

Una experiencia nueva en un recorrido que sí es rápido pero que tiene su dificultad y que recomiendo porque es un recorrido diferente. Tal vez el próximo año vuelva a su recorrido original pero, aunque no fuera así, el recorrido sería también exigente e interesante.

Los voluntarios como siempre dan lo mejor de si mismos y es muy de agradecer. Solamente tengo una queja y es con respecto al avituallamiento de meta que estaba desabastecido y solamente con un voluntario que no nos hizo mucho caso.. No sé si sería por llegar de los últimos pero cuando llegamos no había casi de nada y lo que había estaba poco frío.  

Sensación agridulce pero llegamos y como dijo Adrián, todavía nos sobró media hora. ... jajaja

Pero aún así nos tomamos unas cervecitas antes de marcharnos en el Bar Castilla que nos supieron a gloria.

FIN 

viernes, 17 de julio de 2015

VI TRAIL PEÑALARA 60 K



Datos de la carrera:

  • Lugar: Sierra de Guadarrama (Madrid, España)
  • Fecha: 27 de junio de 2015
  • Hora: 7 de la mañana 
  • Salida: Plaza del Ayuntamiento del Ayuntamiento de Miraflores de la Sierra (Madrid)
  • Llegada: Navacerrada (Madrid)
  • Distancia: 63,5 km aproximados (Ficha técnica)
  • Senderos: 23,5 km (37%)
  • Pistas forestales: 35 Km (55%)
  • Asfalto: 5 Km (8%)
  • Desnivel: + 2.751 metros/ - 2.742 metros
  • Desnivel acumulado: 5.600 metros. 
    Tiempo límite: 15 horas. 
  • Avituallamientos: Km 11, 26, 34,5, 48, 53 y Meta.
  • Inscripciones: Hasta un máximo de 400 corredores. 

Cuando empecé a entrenar para este reto sinceramente me costaba pensar que algún día llegaría a tener la seguridad de que podía hacerlo. Tras mi lesión no había vuelto a correr ni tan siquiera un medio maratón. Tenía la ilusión de correr esta carrera pero ...¿más de 60 km? ¡Descabellado! ¿Volvería la lesión si empezaba a entrenar de continuo y fuerte? ¿Cómo iba a entrenarlo?¿Con el apoyo de un entrenador o de manera autodidacta? Respondiendo primero a esta última pregunta opté por entrenarme yo mismo por dos razones: la primera porque mi trabajo me aportaba el suficiente estrés como para añadir el estrés que sabía que me iba a suponer cumplir (soy muy cumplidor) con el plan establecido por un entrenador. Por otra parte, me atraía, no puedo negarlo,  asumir la responsabilidad de entrenarme. Eso supone también un reto y un riesgo porque no soy entrenador y tampoco puedo sustituir los años de estudio y dedicación de los entrenadores de atletismo. Por eso que conste en primer lugar mi respeto hacia ellos y mis disculpas por mi osadía. Estoy seguro de que de haberme entrenado con un entrenador profesional hubiera sido mucho más eficiente mi entrenamiento.

¿Volvería la lesión? Un enigma. El movimiento se demuestra andando.  Alejandro Galán, fisioterapeuta de la RFEA, recomendado por el doctor Capapé, me habían ayudado en la recuperación de la lesión a la vez de prescribirme un conjunto de ejercicios preventivos que no he dejado de hacer y que seguiré haciendo. Una de las asignaturas pendientes de todo corredor es que no estiramos ni fortalecemos lo suficiente, aunque es cierto que cada vez somos más conscientes de esta carencia y así se puede apreciar el cambio de actitud en los ejercicios que ahora se hacen por parte de mucha gente en los gimnasios ... ejercicios de core, pliometría, utilización del balón suizo, bossu,  ... ejercicios que hace muchos años empecé a hacer en la Escuela del Corredor de la Universidad Europea de Madrid (ahora "All in your mind") y que no veía que si hicieran en ningún otro sitio ni incluso en revistas especializadas de difusión masiva. 

¿Sería capaz de "correr" durante más de 60 km? Objetivo que veía muy lejano y tenía muchas dudas. Además entrenándome solo, se me antojaba con un plus de complicación. Pues la gran verdad es que para ser capaces de conseguir un reto lo que hay que hacer es entrenar ese reto. Diréis que lo que digo es obvio, pues así es, pero lo explico. Para llegar a ser capaz de correr una determinada distancia necesitas al menos dos cosas, y lo diré muy claro para que se me entienda, que hayas entrenado tu cabeza para conseguirlo y que hayas entrenado tu cuerpo para conseguirlo. A la cabeza la vamos preparando al igual que a nuestro cuerpo con cada entrenamiento. Cada entrenamiento hace que la semilla vaya empezando a germinar. Con cada nuevo paso que demos en el entrenamiento haremos que se incremente la convicción de que podemos hacerlo. Al principio serán esos 20 km o en términos de tiempo corriendo ininterrumpidamente, luego serán esos 30, luego .... y así hasta llegar a ese número de km que consideremos necesario y así cuando echemos la vista atrás nos parecerá imposible el camino que hemos recorrido. Pero lo habremos recorrido y estaremos preparados. Lo mismo sucede con el cuerpo. Llega un momento en que tu cuerpo está preparado (si te preparas bien y no te lesionas, claro) y tu cabeza también. Por eso no hay que angustiarse si al principio el reto lo vemos lejano salvo que el reto sea un disparate (la cabeza puede más que el cuerpo por eso es necesario que exista un equilibrio entre ambos). En este proceso de convencimiento tienen un papel importante los ánimos de tus amigos, los que creen y confían en tí, los que han hecho el mismo reto o similares y te dan consejos ... esto también forma parte del proceso. Aquí tengo que hacer mención especial a tres personas, a Juan Vicente Vigara (amigo y fisioterapeuta además de 2-ironman y excelente persona), a Eduardo Peña (compañero de trabajo y amigo, triatleta, montañero y finisher del TP 60 que desinteresadamente me dio consejos y me ayudó mucho en mis dudas) y a Juan Mudarrra (amigo, ultrero, ironman, ... ) con quién he compartido entrenos y vivencias a lo largo de esta preparación y además me ha asesorado "excelentemente" en material de trail running. 

También tengo que agradecer la motivación que me supuso ese primer entreno en la montaña con Madrid Trail en Bustarviejo aunque tuviera la mala fortuna de que al final del recorrido y de la manera más tonta me fastidiara el hombro izquierdo al resbalar en una roca practicamente parado; y por supuesto a Octavio Pérez, ya que su libro "La preparación en el corredor de montaña" (excelente libro) me ayudó y acompañó (y me seguirá acompañando) en la preparación de este reto al seguir, con adaptación personal a mis circunstancias, sus recomendaciones. Pero también a los años de entrenamiento con "All in your mind" pues lo poco o mucho que sé de lo que significa entrenar me lo han enseñado ellos. Citaría a muchos, a los amigos de All in your mind con quién sigo en contacto a través de Facebook, a los compañeros del Equipo T-Diesel, amigos de Facebook (selfierunners, Carles, Abuelo Runner, Javi, Manu, ...) ...  y a esos cracks del mundo del trail running y del atletismo en general que desinteresadamente han respondido a mis preguntas cuando podían no haberlo hecho. Me gustaría citarlos, pero por respeto a su intimidad no lo haré aunque como ellos saben quienes son desde aquí les doy nuevamente las GRACIAS.

Mi agradecimiento a Diego Mosquera, el diseñador de nuestro equipo, por vestir a nuestro torito de GTPero. 

También a los organizadores de la carrera, al Club Peñalara, quienes siempre han respondido a mis preguntas de una manera "excelente" y por la alegría que me dieron cuando me dijeron que podía inscribirme al estar en lista de espera. Cuatrocientos corredores son los aforturnados para vivir una experiencia que jamás olvidarán. Se sufrirá, algunos tendrán que abandonar, ... pero merecerá la pena intentarlo.

También quiero agradecer al servicio técnico de Garmin al arreglarme el GPS a tiempo de poderlo utilizar en los entrenamientos (más en los entrenamientos) y en la carrera (no recuerdo haber mirado mucho el GPS).

Por supuesto mención especial a mi familia ya que este tipo de entrenamientos supone dedicar muchas horas de entrenamiento en un entorno, la montaña, a la que hay que acudir siempre con respeto y prudencia; y esas circunstancias sabía que les preocupaba.

Los días previos

Como me decían algunos de los amigos citados (Juanvi, Eduardo y Juan, fundamentalmente), estaba más que entrenado para la carrera pues había hecho entrenos que consideraban más para un GTP que para el TP 60 pero es el precio que quise pagar por mi decisión de entrenarme. Esto tiene el riesgo del sobre entrenamiento y la lesión pero también tenía muy claro, como así sucedió, que estaría pendiente de mis sensaciones y si veía que me pasaba en los entrenamientos rebajaría el ritmo o adaptaría el entrenamiento, reduciendo la carga y sin sobrecargar los músculos por no dejar el tiempo necesario de descanso entre unos ejercicios de fuerza y los siguientes (al tercer día de realizar el primero). Así lo hice. Los ejercicios preventivos eran obligatorios. El calentamiento fundamental. Vuelvo a no estirar lo necesario y así sentía molestias en el isquio y piramidal izquierdo. 

Por otra parte, aunque parezca mentira hasta pocos días antes no me preocupé de los tiempos de paso. Aquí me ayudó mucho los tiempos de paso de mi compañero Eduardo Peña en la carera del TP 60 del año anterior. Y así me preparé un mapa que plastifiqué con cinta adhesiva con los tiempos de paso y de corte. Mi referencia por tanto iba ser el tiempo de mi compañero, acabar entre 10 y 11 horas.



Errores

El día de la carrera no se deben hacer experimentos. Esto lo sabemos todos. Todo lo que se vaya a utilizar ese día tiene que haberse probado antes. Error en la nutrición, inducido tal vez por la necesidad de cubrir la carencia de sales ante el temor de las altas temperaturas que íbamos a tener a lo largo de la carrera. Error en la preparación por tanto de la nutrición al no haberla puesto en práctica durante el entrenamiento y tampoco planificarla ni aprehenderla (consciente de qué y en dónde). 

La nutrición deportiva es otra de las asignaturas pendientes del corredor. En mi caso lo es. La suplementación deportiva también debe entrenarse. Y estar en el peso adecuado también. 

Segundo error (reconducido), tras años de llevar plantillas, llego a la conclusión, no científica, de que es probable que las plantillas tuvieran alguna responsabilidad en la pubalgía. Ya fuera por este motivo (no utilizar plantillas) o como consecuencia del desgaste de zapatillas y entrenamiento, tengo un dolor considerable en los sesamoideos de ambos pies. Al principio era en uno, luego en los dos. Acercándose el día de la carrera las molestias son mayores. Hago un apaño en el pie a manera de plantilla y esto me genera ampollas que me obligan a dedicar el tiempo necesario para quitar el "artilugio" que me había puesto (quitar las zapatillas, medias medilast, quitar el artilugio, poner medias, zapatillas) (esto sucede desde la salida hasta el Puerto de la Morcuera). Por suerte decido quitarlo. Podía haber me obstinado en continuar y haber tenido un problema más.

Tercer error. Estrenar bidones con tubo telescópico. Tragué aire y en algún momento, cuesta abajo, me rebotaba el estómago (Hace unos días salí a correr con uno de ellos y no tuve molestia alguna, ya iba entrenado).



Cuarto error. No planificar dónde poner el vaso portátil, donde poner la gorra  y las gafas cuando me las quitaba. En el último tramo de carrera las gafas y vaso se me cayeron muchas veces y ya me daba hasta vergüenza tener que pararme a recogerla. Todos estos detalles tienen que estar previstos.

Aciertos

Entrenar el recorrido para tener seguridad sobre el terreno. Solo que no entrené la bajada desde el avituallamiento de Guarramillas hasta las pistas forestales porque lo hice por otro valle al desconocer el camino y no encontrar la posición correcta con el GPS. Bajada que se me hizo eterna y al ser una bajada con piedras y raíces que se me clavaban en los sesamoideos sufrí lo que no está escrito. Tal vez fue mejor así. Además, debería haber entrenado más la subida al Puerto del Reventón que se hace eterno. Recomiendo entrenar esta subida tan puñetera varias veces para conocerla a fondo (yo divido la subida en tres tramos: el bosque con una primera parte muy cerrada, la pista forestal algo más larga y tendida que la de Miraflores y la recta final hasta el puerto).

Esta imagen, con la que coincido, ilustra la cuestión con humor. ¡que no falte!


Dudas de última hora

¿Hay ropero en la salida? NO. Si quieres dejar ropa para cambiarte lo tienes que dejar el día anterior a la carrera en el lugar habilitado por la organización (Polideportivo de Navacerrada) dentro del horario previsto. 

El día anterior

La situación de salud de un familiar (mi suegra) ingresada en el hospital y en situación delicada añadió tensión a esos momentos que uno espera que sean de cierta concentración y a ser posible de normalidad. No sabía hasta la noche del día anterior cómo iba a ser mi logística de viaje. Si iba a ir directamente a Navacerrada para coger el autobús que me acercase a la salida y regresar en coche desde allí, ir directamente a Miraflores ... al final la opción elegida fue la última. No exenta de sus riesgos pues luego llegué a la salida con apenas media hora del comienzo de la carrera. Un problema con el coche, un control rutinario de la Guardia Civil y hubiera llegado tarde.

La noche previa a la carrera dormí poco. Creo recordar que me levanté a las 4,45 de la mañana. El ponerme compeed en ambos metatarsos que no lograba que se pegaran completamente (me los quité en la Morcuera porque se habían desplazado de su sitio) y el artilugio de los pies, me hizo perder mucho tiempo.

La carrera

Llego con apenas media hora antes del comienzo de la carrera y ya hay mucha gente allí. Aunque no me cuesta encontrar aparcamiento no resulta sencillo y la liturgia (más bien necesidad) de la "parada técnica" resulta difícil de llevar a cabo porque los bares están cerrados y la organización al menos de momento no dispone de inodoros portátiles ... ergo ... "búscate la vida". Por suerte logré entrar en el baño de un hotel que tenía abierta la cafetería y el responsable se apiadó de mí. Esto le sirvió a algún otro pero no a los que vinieron después que se encontraron las puertas cerradas. Tema que me consta que la organización tiene previsto resolver pero de momento es lo que hay. Campo, campo, campo ... entre los olivos los cortijos blancos.

***


Antes de comenzar la carrera nuevo contratiempo. A escasos minutos del comienzo de la carrera, el del control de chip me dice que me tengo que quitar el chip de la zapatilla (ahí se suele poner en las carreras de asfalto) y ponérmelo en la muñeca. Quita doble nudo de la zapatilla, saca el cordón de su ubicación, vuelva a atar ... 


Por fin ... cuenta atrás y salida. Pongo el crono en marcha cuando se da la salida, en mi caso antes de cruzar el arco de salida, aquí ni tiempos netos ni leches. Sales cuando se empieza y llegas cuando acabas.

***

Todo este recorrido por delante. El haberlo entrenado me da la seguridad de saber lo que significa y eso me permite dimensionar el objetivo por secciones. Sé o me parece que la carrera empieza a ser decisiva a partir de superar "el reventón" por dos motivos. Esa subida hace "pupa" y a esas horas el sol va a dar estopa fina. Como así fue. 


Comienzo nervioso. Ese comienzo lo he entrenado muchísimas veces. Noto mucha responsabilidad. Me molesta esa sensación que no he sentido nunca al menos de esa manera. Mi objetivo es correr lo máximo posible hasta que no tenga más remedio que caminar en el segundo tramo, tras pasar la pista forestal y reencaminarnos hacia el Puerto de la Morcuera. Me veo bien e incluso supero en ese momento a María José Payno. Pero luego al tener que parar en el avituallamiento de la Morcuera para enmendar mi error de los artilugios en los pies,  al cabo de un rato veo que pasa María José a la que ya no vuelvo a ver. Le ha tenido que dar bien a la zapatilla en el tramo hasta Rascafría.


Evitado un daño mayor con las ampollas que me estaban saliendo, continúo bien y con alegría, dando a mi cuerpo "ídem" Macarena. Me cruzo con una corredora veterana extranjera a quién saludo y me saluda. 

Voy muy cómodo y ligero, incluso me permito hacer una foto con el móvil. Será la primera y última vez. 

Animo a otros corredores a los que les informo de lo que viene por delante. ¡Venga que esta es la última cuesta, ahora viene una bajada! Pista hacia abajo ... adelanto, me adelantan, ... empiezo a situarme dentro del grupo de corredores con los que más tarde nos iremos haciendo la goma en distintos momentos de la carrera. Bajada campo a través por suelo de piñas y agujas de pinos (amortiguado) pido paso, pues aquí no noto dolor en sesamoideos y vuelo. Un chico cae y me paro para ayudarle. Todo bien. Continuamos.... Voy recorriendo y reviviendo entrenos, los lugares que he conocido, las personas que me iba encontrando en el camino y con las que intercambiaba comentarios ... "caminante no hay camino ... se hace camino al andar" ... Voy pensando en Juan Mudarrra quién corría su segundo GTP pero no le veo. Al no verle a lo largo de la carrera me dio mala espina. Pensé en lo que finalmente ocurrió, que se tuvo que retirar, en este caso por problemas de estómago. Tenían que haber sido, como así fueron, incapacitantes porque Juan no hubiera tomado esa decisión de no encontrarse francamente mal. 

En el puente de El Perdón me junto con dos corredores que llevan camiseta amarilla y ya voy con ellos hasta el avituallamiento de Rascafría. Saludo a María HJ con la que me encontraré a lo largo del recorrido. Este avituallamiento está muy saturado de corredores. Todos queremos que nos atiendan pero somos respetuosos con todos, con los voluntarios y corredores. Hay respeto. Aquí todos somos UNO. Creo que alguna persona no corredora habla de competencia y le digo que aquí todos estamos en el mismo equipo. Así es como yo lo siento.  


Salgo del avituallamiento  y noto el calor y soy consciente de lo que tengo por delante, el temido Reventón. Me cruzo con quién sería a posteriori compañera de fatigas, desde Cotos. Me da paso y voy subiendo, más caminando que corriendo. En silencio. Con calor y en silencio. Siguiendo el sendero a derecha, a izquierda, ... buscando la sombra, agradeciendo la sombra. No hay viento. Sensación opresora de la montaña sobre el corrredor. Tomo un gel con cafeína y creo que no me cae bien. Cuando dejo el bosque y entro en la pista forestal (segundo tramo de la subida) nos cruzamos con guardias forestales y les pregunto que cuantos km hay hasta el Puerto y creo que me dicen que unos 5 km. La pregunta surge porque me lo pregunta un corredor de Valladolid. Hacemos pareja hasta el avituallamiento. La subida la hacemos caminando, vamos encontrándonos con corredores/as del GTP, a algunos se les ve muy tocados y no parece que a alguno le haga gracia que le animemos. Nos cruzamos creo que con la tercera mujer del podio del GTP (confirmar). Va con buen humor. ¡Eso mola! 

Conforme nos acercamos al avituallamiento empiezo a sentirme mal con bajada notable de rendimiento. Es repentino y lo achaco a la mezcla que he hecho de geles, bebida con sales, geles con cafeína, ... el control del chip curiosamente está a la salida del avituallamiento. Esto no tiene mucho sentido pero me doy cuenta cuando salgo. He intentado "parada técnica" pero es imposible. Estoy completamente cerrado. 

Tomo un trozo de barrita del avituallamiento pero no me apetece nada. Me cuesta beber incluso el agua. Por supuesto la bebida isotónica que llevo ni la pruebo a partir de ese momento. Todo lo que sepa a "química" me revuelve el estómago.

Creí que el compañero de Valladolid ya había salido. Sale después o eso me parece y no puedo seguir su ritmo. Paso el control del chip y continúo. Se me va a hacer largo el camino porque desde allí hasta Peñalara hay una buena tirada de subidas y bajadas. Intentaba correr pero era un suplicio. Nuevo compañero de fatigas, en este caso un corredor del TP 60 que iba tocado de la rodillas. Otro corredor con el que fui haciendo la goma. 




Comparto camino con unos corredores que por el acento parecen vascos o navarros y se dirigen a los del TP 60 como "velocistas". Iban hablando de Zegama y del temido "ostiagorri" ...jajaja. 

El resto del recorrido es luchar contra uno mismo, contra esa debilidad provocada por el estómago. Me encuentro con Jorge de TrailXtrem quién también tiene problemas. Me detengo a hablar con él. Me dice que va a ir despacio para ver si recupera. Continúo.

Y así llego a la laguna de los pájaros bastante exhausto. Hace mucho calor y solamente pensar en lo que tengo por delante me supone un nuevo reto. Me paro un rato pero no me siento porque no puedo permitirme más debilidad de la que la llevo. Afronto la subida. Los bastones son un regalo del cielo. Tengo la sensación de que camino más con los bastones que con las piernas y así incluso me aferro a los bastones "Ferrino" para ir superando cada bloque de "Claveles". 

Me voy cruzando con amigos del entreno de Bustarviejo de Madrid Trail, entre ellos Pedro de Paz, Carlos del Rio a quienes veo muy bien (GTP) y Guadarrama Trail quién no corre por lesión y que inmortaliza el momento. Menudo mérito tienen los del GTP con lo que les queda por delante y con un día tan criminal como este.





Se me olvidaba decir que tras pasar el Reventón en algunos puntos soplaba una brisa que rebajaba la sensación de calor. Sobre todo en un collado desde el que se divisa La Granja de San Ildefonso.

En el cruce de claveles se producen esos momentos de humor necesario al ir codo con codo atravesando con sumo cuidado esas moles de piedra. Algún recuerdo especialmente agradable guardo de ese momento, que me quedo para mí.

 ... y  llegamos a Peñalara, control y ... no hay avituallamiento ... no por Dios ... necesito agua fresca ... pues tendrá que ser en Cotos. Habrá que darse prisa para llegar lo antes posible. El dolor de estómago no me abandona en ningún momento.

Me adelanta la chica a la que adelanté en la subida al Reventón. En la bajada de las zetas por intentar contactar con ella y a pesar de ir con cuidado me caigo y no caigo en cualquier sitio sino en donde las piedras eran más grandes. Me quedo tendido de espaldas con la cabeza orientada a la pendiente. El Garmin bien, los bastones bien, no parece que me haya lesionado. Tengo un golpe en el costado, en el antebrazo (tengo un bulto que a día de hoy no se me ha quitado del todo) y en la rodilla izquierda. La chica a la que seguía se para para preguntar si me encuentro bien y necesito ayuda, un chico y una chica que estaban paseando suben para socorrerme, me preguntan si estoy bien y digo que creo que sí. Les doy las gracias y continuo bajando ahora con más cuidado si cabe. Y por fin llego a Cotos. Al avituallamiento. Cansado pero con una sonrisa cuando otra de las amigas del entreno de Madrid Trail se ofrece a ayudarme, a darme agua fresca ... me trata tan bien que no puedo sino agradecer continuamente su ayuda.

A la chica de la bajada, Aran, me la encuentro en el avituallamiento y le doy las gracias. Está con ella su marido. Su marido me ofrece una ensalada de pasta y tomo tres lazos de pasta pero no me entra nada. Desde el reventón no he comido nada y bebo el agua que me han ofrecido. Me preocupa la hidratación y hago por beber incluso bebida isotónica que mezclo con lo que llevo. Creo recordar que cuando llegué al avituallamiento me quedaba muy poca agua.

*** 

Salgo de Cotos y contacto con Aran más adelante en una subida. Le voy "leyendo" el camino que queda por delante y eso según me dice le ayuda mucho. Vamos juntos desde ese momento pero me tengo que parar para beber y descansar y vuelvo a distanciarme de ella. Luego consigo contactar con ella antes de Guarramillas y ya vamos juntos hasta el final.

LLegamos al avituallamiento de Guarramillas, los voluntarios son muy majos y bebo el agua que me permite el estómago. No me entra bien pero debo hacerlo. Bromeo. Hay que disfrutar de esos momentos. Comienza un tramo de carrera para mí desconocido. Un condenado camino de piedras y polvo, con raíces más adelante, que se me clavan en los sesamoideos con todo el dolor de mi alma. Precisamente en esa bajada tuvo una dura caída María José Payno. Parece no tener fin. El trazado tira no tanto de pista como esperaba como de senderos mortificantes para mi maltrecho sistema de amortiguación.

En un punto de ese camino me llega un chorro de aire caliente como si saliera de un aparato de aire acondicionado. Ya solamente queda el bosque y la pista de tierra abierta al sol, dura, descubierta, implacable, tórrida, que deslumbra de calor, sofocante, duele a la vista ...  hacemos parada en una fuente y si no es por Aran pierdo las gafas de sol que llevaba en la gorra. El agua fría es un regalo divino. Hay dos chicos en la fuente y nos dicen que a nosotros el agua nos tiene que saber a gloria y le respondo que no sé como la sentirán ellos pero que efectivamente en nuestro caso así es.

Aran es una corredora como la copa de un pino, con una gran resitencia, además es madre de dos niñas. Ha sido un acierto, y así se lo digo, compartir el camino con ella.

Llegamos por fin a Navacerrada a partir de ahí no conozco el camino a la meta, que se hace eterno. Un vecino nos enchufa agua con una manguera. Me hubiera quedado allí todo el día. El calor era insufrible, no había rincón que no echara llamaradas de calor. No vemos la meta ... pero dónde leches está! ... y ... ya vemos la alfombra azul. Y Aran se para para saludar a su familia y entrar en meta con sus hijas. Lo justo es que entre después de ella y así lo hago.


Sorpresa: Al ver la foto en el lado izquierdo aparece otra campeona, Silvia Trigueros, segunda en el GTP, y el gran corredor-speeker "Depa".
*** 

No se qué me dicen de una medalla y me doy cuenta que es la medalla de la carrera. Me la ponen y le doy las gracias. La alegría empieza a desbordarse. Sandía. Adoro la sandía. Necesito sandía. No sé cuanta sandía como. Sandía y carrera de montaña es una asociación perfecta. Incluso ahora que estoy escribiendo me apetece comer sandía.

(homenaje a la sandía)

Pregunto si puedo ser gorrón repetidor, me dicen que sin problema. Bebo todo lo que puedo. Pido que me echen agua por la cabeza. Me quedo allí. No puedo parar. QUE GRANDES SON LOS VOLUNTARIOS. Saludo al marido de Aran, hablamos. Se despiden. Reconozco a Alma Cupcakes y su novio Lucas, les saludo. Me caen muy bien. Recuerdo haberlos visto en la bajada de La Morcuera a Rascafría cuando dije eso de "Hay señor llévame pronto mi cuerpo pide meta" y eso de que esa bajada me recordaba a la desbandada de búfalos cruzando un río atestado de cocodrilos. Hubo risas. Lo tengo bastante ensayado ... jajaja ... Era el momento, claro.

Llega la pareja de corredores con los que compartí la llegada a Rascafría y me dan la enhorabuena. Yo se la doy igualmente. Uno de ellos ha tenido problemas y llega algo fundido. Todos lo estábamos.

Saludo a un corredor mayor que estuvo corriendo con nosotros durante 20 km (no participaba en la carrera). Se le ve fino fino. Me encanta hablar y no puedo parar, pero no puedo evitarlo me siento FELIZ. Todo ese esfuerzo ha tenido este final. Llamo a mi mujer quien esperaba, como yo, que llegara más tarde. ¿Que habría ocurrido si no hubiera tenido problemas de estómago? ¿Habría hecho mejor marca? Eso ya nunca no podré saberlo y sinceramente tampoco me importa. He sufrido pero he disfrutado del entrenamiento y de la carrera a pesar de los contratiempos. 9 horas 22 minutos.


FELIZ




La alegría habría sido completa de haber podido compartirlo con la entrada en meta de Juan Mudarra y abrazar a mis queridos T-Diesel.