miércoles, 21 de abril de 2010

30e FORTIS MARATHON ROTTERDAM - 11 ABRIL 2010 - NE NIKE KAMEN
















PREÁMBULO

Hacer predicciones de acontecimientos pasados no tiene ningún mérito; posiblemente predecir el futuro cuando hablamos de una carrera tampoco, pues parte de esa emoción, la magia de la carrera, se concentra en lo previo, en el durante, en el después y … después en recordarlo todo con nuevos matices, los que da el tiempo… Cualquier carrera es una sucesión de acontecimientos, de pensamientos, de esfuerzos, en ocasiones de renuncias, de lógica, de razón, de locura, de corazón, de justicia, pero también de suerte, aunque ¿Qué es la suerte? … tiene un origen y un objetivo y entremedias se encuentran los medios para intentar conseguir que lo que en principio es una vaga idea se convierta en una realidad con un cuerpo independiente material e inmaterial; razón y sinrazón, … un principio y un final, aunque en realidad sea una continuación.

¿Qué diferencia existe entre correr el primer maratón y el tercero? En lo sustancial no hay ninguna diferencia pero sin embargo si existen diferencias, la experiencia, el entrenamiento, oficio, … lo que nos permite aproximarnos a intuir con algo más de precisión a qué nos enfrentamos y a valorar también con mayor exactitud los riesgos.

El resultado final de una carrera no es una casualidad sino el resultado de una serie de circunstancias, de una serie de decisiones, … en definitiva de un conjunto de variables que sobrevuelan a nuestro alrededor y que interactúan para dar un resultado u otro. Pero hay mucho de oficio, de preparación, de controlar los esfuerzos, de preparación física, de sacrificio, … y a pesar de todo ello una simple decisión puede echar por tierra meses de preparación. La media Maratón de Torrevieja fue una buena experiencia para mi pues sufrí en carne propia lo que es equivocarse de estrategia, o lo que es lo mismo, correr por encima de mis posibilidades.

El que esté libre de pecado que tire la primera piedra … el hombre es el animal que tropieza dos veces en la misma piedra, ¿Sólo tres veces? Ese era mi temor. Jonathan Esteve, el míster de la Escuela del Corredor de la Universidad Europea de Madrid que me entrena, me lo había dicho días antes … ”hay que ser prudente” … “hay que tener cabeza” … “hay que llegar bien descansado”.

“… vigilad a pillar grupos si hay viento. Son rectas bastante largas. Sobre el km 33 se entra en un parque y ahí, aparte de por ser el momento clave, el coco debe estar preparado a que no hay apenas animación” …
… ahora ya solo nos queda descansar y pensar en tener la cabeza fría.

No te arriesgues a querer bajar la marca 15’ si luego te caen por un error táctico (recuerda Torrevieja como lo que NO debes hacer y cualquier otra épica (Behobia o el maratón pasado) como lo que son “las buenas sensaciones” … Sobretodo debe ser un ritmo estable, nada de salir a toda leche o ir con tirones. Y busca grupo, aunque sea para ir progresando de pegarte de uno a otro (por el posible viento)
."

Desde luego los consejos no pudieron ser más acertados, pero ya sabemos que luego el que toma las decisiones es el comandante de la carrera, uno mismo, y claro, que a veces la cabra tira al monte.

El viernes antes de la carrera

Si importante es todo lo demás no lo fueron menos los momentos previos y en ese sentido tuvimos los mejores anfitriones en Lupe, MiniInvi, Alicia, Iván y Jesús. Disfrutamos del viernes en Rotterdam, del momento foto, foto para acá foro para allá, cualquier cosa era motivo de foto, hasta un guante perdido en medio del camino, un guante con la mano abierta,una pose de Crack, una pose de Roger, una pose de Alicia, … un tranvía, un parque, una casa, una bicicleta, un semáforo, un cruce, … el horizonte, … vamos a la busca de Iván and Family que nos esperaban en el Euromast … una especie de pirulí con restaurante, varias terrazas mirador y un mirador que gira 360 grados para tener una visión de … Torontoenteronooo de Rotterdam entera.

Disfrutamos de la cena en el hotel New York, en un ambiente distendido, con anécdotas, como no, en las que no faltaron bicicletas, mujeres con el pelo rojo, artes femeninas dije brujeriles?, cervezas sin Alcohol, frio mucho frío, … canguelo ¡Cómo el domingo haga este frio ....! Mariano Medina haz que no se vaya el sol del que han disfrutado estos holandeses en esas terrazas con música y marcha para dar envidia al más que pasado por agua Madrid.

No haré una descripción de Rotterdam exhaustiva pero desde luego es una ciudad moderna en la que la temática principal es el diseño y eso se respira en restaurantes, edificios, bares, … el mismo puente Erasmus es una marca que la identifica. Posiblemente ese sea su sello de identidad. El hotel Golden Tulip que dejó de llamarse así y ahora se llama de otra manera, de color azul, con mirador, piscina, gimnasio, … al borde del puente, a unos 10 minutos de la salida del maratón y a unos 20-25 minutos de la estación del ferrocarril.

Mañana será otro día …, Roger y yo empezamos a crear fama de siameses. Vamos paseando juntos, nos preguntamos cosas, y tu qué vas a llevar puesto, como estás, que te parece que hagamos, … como lo ves, …. a cada uno nos duele algo o tenemos sensación de que algo nos molesta. A mí al finalizar el día me duelen los dedos meñiques de los pies que ultimamente me dieron la lata y me da miedo que ese dolor me aparezca en carrera. Al día siguiente cambio de calzado, por Tutatis. A Roger le molesta el aductor. Hay que hidratarse mucho. Cada uno le traslada al otro los consejos que considera más útiles. Yo llevaré gafas y gorra y tu? (Carlos), (Roger) yo no! Oye hoy hemos caminado mucho, mañana no podemos seguir este ritmo, Roger dixit. Tienes razón Roger, CPM, dixit et pixit. Llegada al hotel, internet, como no, foro, … Crack … cada oveja con su pareja … jejeje. Quedamos para correr al día siguiente.

El sábado antes del maratón

Madrugamos para correr (terminamos corriendo unos 28 minutos) y el resultado … bueno, está en las fotos http://picasaweb.google.es/CRACKRUNNER/XXXMARATONDEROTTERDAM?feat=directlink#5460089794681222258 … los tres mosqueteros y D´Artagnan, disfrutando de una buena puesta a punto. Cruzamos el rio por el puente Erasmus (Erasmusbrug; brug es puente en holandés) Nos cruzamos con algún corredor, alguna corredora, jejeje … y las eternas bicicletas. Hace fresco y hay bruma. Regresamos al hotel para, tras darnos una ducha, desayunar y salir hacia la feria del corredor situado en el World Trade Center. Competimos en un simulador de bicicleta, Lupe, Crack, Roger y un servidor, pero a mi se me engancha el husky en la rueda trasera y se acaba mi carrera, menos mal que es un simulador pues si llega a ser una bici al aire libre me doy todo un señor castañazo. Gana Roger. Nos dan unas gorras del Tour de Francia. Y yo con mi chupa como un gili… madre! Recogemos la bolsa del corredor …. Algunas compras …. Graffitis en el tablón del maratón para dejar la impronta de que el Equipo T-Diesel estuvo aquí, fotografías de rigor, alguna demostración del poder de la balanza, jejeje … .y se nos pasa la mañana. Comemos y Roger y yo nos vamos a descansar al hotel pero antes pasamos a preguntar a la organización por la ubicación del cajón de salida y del guardarropa; un español de la organización nos aconseja que vayamos en traje de guerra desde el hotel, que no merece la pena dejar la ropa en los guardarropas (resulta ser un buen consejo), además queda lejos y nuestro hotel está cerca de la salida; por otra parte en la bolsa del corredor viene un poncho de plástico que da bastante calorcillo. El resto del equipo nos da la tarde libre para relajarnos, hidratarnos y descansar antes de la prueba a la que nos tendremos que enfrentar el domingo.

Llega la tarde con su correspondiente noche, la pasta party es en el Euromast. Cogemos el tranvía y nos sale gratis con la venia del revisor, la vuelta no. La noche es muy desangelada, ¡Ni que todo Rotterdam corriera al día siguiente! No se ve un alma. Cenamos en el segundo turno, cuando llegamos no hay mesa y nos tenemos que preparar una. La bebida escasa - una botella energética por barba - , la comida de pasta, abundante pero poco sabrosa, no postre no coffee, … para no repetir. A la pasta party le sobra lo del party porque más bien parece un velatorio. ¡Alegría flamenca en estado puro! Hace mucho viento y friouff mañana!


El día “D”, la hora “H” – Carpe Diem – Aquí estamos y mañana todo habrá pasado –



El dolor es inevitable el sufrimiento es opcional (Haruki Murakami – De qué hablo cuando hablo de correr)



http://www.fortismarathonrotterdam.nl/content/runnerstv/fmr/index.asp?e=RD10M&n=Prieto%20Martin%20Carlos&r=5785&ct_s1=11:01:41&ct_s2=11:26:56&nt_s2=00:25:15&ct_s3=11:50:45&nt_s3=00:49:04&ct_s4=12:14:53&nt_s4=01:13:13&ct_s5=12:38:56&nt_s5=01:37:15&ct_s6=12:44:37&nt_s6=01:42:57&ct_s7=13:03:45&nt_s7=02:02:05&ct_s8=13:28:45&nt_s8=02:27:05&ct_s9=13:53:39&nt_s9=02:51:58&ct_s10=14:18:12&nt_s10=03:16:31&ct_f=14:28:37&nt_f=03:26:57&l=NL&player=1&random=3339&k=course&index=16&cct=1000000000000000000000000000000000000000
¡Qué ponernos! Desayunamos poco con esa liturgia de medir los actos como si de ello dependiera el éxito o fracaso de nuestra empresa. Salimos a otear el tiempo; percibimos el frio y las banderas al viento. He dormido mal estos días y hoy no ha sido una excepción. Despertándome varias veces en la noche. Tengo ganas de salir a correr. Roger y yo nos tranquilizamos mutuamente. Roger opina que sería bueno ponernos una primera capa porque va a hacer frio y le secundo. Pienso en llevar guantes pero pensamos que nos van a sobrar. Al final me hubieran venido de perlas porque cuando tenía que sacar los geles no me respondían; es como si la orden de mi cerebro no me llegara a las manos. En algunos momentos sentí angustia porque pensaba que no iba a ser capaz de sacarlo y lo que era peor que se me pudiera caer.

Nos dirigimos a la salida pero previamente nos desean suerte y justicia nuestros compañeros de equipo y Alicia y Lupe. Le enseño a CRACK el rotulo de su nombre escrito en mi brazo izquierdo. Le digo que correrá conmigo durante todo el maratón y así fue.

Con lo previsor que es Roger se ha traído unos guantes de plástico ( de los de las gasolineras) y resultan ser un complemento ideal y oportuno en ese momento. Gracias Roger!

Todo está preparado para el inicio de la carrera. Entramos en el Cajón D y calentamos. Se ve que somos españoles porque llevamos la alegría dentro. Entre Roger y yo hay mucha complicidad. Disfrutamos del momento. Roger está muy inspirado y me parto de risa con él sobre todo cuando me habla de un punto negro que lleva tatuado en su mano izquierda. Para ser gente del Sur somos más aguerridos que mucha de la gente de por allí que va como si se preparase para una ventisca. Algunos/as no se sabe si van a correr o a desinsectar algo van con un mono enterizo, lo nunca visto.

Me pongo nervioso porque a 5 minutos del inicio de la carrera el chinín no me coge el satélite. A otro corredor que estaba detrás de mi le pasa lo mismo. Roger me aporta tranquilidad.

El preámbulo de la carrera es exactamente como dice Roger; ese cantante con pinta de Tom Jones a lo holandés, que canta no se sabe qué pero que hacemos como que entendemos y cantamos “oeehhhoaaaahhhh” brazos en alto, imitamos el movimiento de los mecheros, …. Queremos gritar y gritamos pero la gente es un poco sosa y cuando el de la copla termina su canto guerrero, el borregeo pace. Pum!!! Cañonazo … Por fin! Uff que de tropa por delante. Teníamos que habernos situado lo más cerca posible del inicio del cajón. Nos deseamos suerte, pasamos por el arco de salida, cronómetro en marcha, la manada de ñus se mueve. Mucho bordillo, cruces de corredores, evitar pisar y que te pisen, voy prevenido para que no me paren de un codazo el pulsómetro, cosa que ya me ha sucedido en dos ocasiones. Marea internacional de corredores. La salida es espectacular.

Un pensamiento, ver a nuestros compañeros y pomponeras antes de acceder al puente Erasmus, pero nos hemos situado en el lado derecho de la calzada y no tenemos acceso al lado izquierdo. Una pequeña decepción, no tanto por nosotros, que también, sino por ell@s que estarán pendientes de vernos pasar. Aunque hacemos lo posible por verl@s es imposible, la marea humana de corredores y espectadores es increíble. El majestuoso puente Erasmus se sitúa delante, su presencia intimida pero por otra parte pienso en lo afortunado que soy de correr entre esa marea de corredores anónimos de distintos países y todos con un objetivo común … llegar a la meta. La subida es lenta, no hay espacio para ir más rápido pero contemplar esa marea compensa. Pienso en lo que debe ser cruzar por los puentes de Nueva York. Curioso que justo enfrente salieran los barcos hacia Nueva York. Abajo en el rio Maas un barco proyecta el agua hacia arriba como un gran coloso marino. El color de la lámina de agua es verde caqui pero el agua proyectada es blanca. Es una bonita imagen. Creo que se oyen bocinas de barco aunque ahora no se si son imaginaciones mías. La carrera no ha hecho más que empezar y Roger recuerda lo importante de no precipitarnos en estos comienzos en los que cualquier error puede pasarnos factura. El comienzo de la carrera nos lo tomamos sin prisa pero sin pausa, será en el kilómetro cinco cuando alcancemos la velocidad de crucero a un ritmo de 4,50. El ritmo que esperamos mantener al menos hasta el kilómetro 30. Precisamente en ese punto voy a un ritmo de 4,46 y el ritmo medio es de 4,43. Ese punto del recorrido se encuentra enfrente del estadio del equipo de futbol de Rotterdam, el Feyenoord. Vamos a acercarnos al segundo punto de bebidas. No hay botellas sino vasos de agua de papel encerado con una esponja con dos cortes triangulares, uno opuesto al otro, a manera de la imagen de un “comecocos” con dos bocas, con eso se evita que el agua se desborde; es muy práctico. Hay puestecillos con toldos de rayas, ¿eran rojas? En los que están los vasos de agua; no obstante los voluntari@s reparten el agua a derecha e izquierda. Algo que me parece mal es que los corredores en lugar de tirar los vasos vacíos en los márgenes los tira en cualquier sitio complicando el paso por esos puntos. También se reparte una bebida isotónica denominada “extrand”. Lo curioso es que estos vasos no llevan esponja lo que significa que se desbordará la mayor parte de ella en la mano o en la cara, como así me sucede en la única ocasión en la que no logro coger agua.

No me paso ningún puesto de avituallamiento sin beber pues la hidratación es fundamental. Hay un corredor al que le ofrezco agua y me lo agradece pero al devolverme el vaso se me cae de las manos, se disculpa y con un gesto le digo que no hay problema. Tras pasar el estadio de futbol y el puesto de avituallamiento situado en “Stadionweg (“weg” se traduce por carretera)”, entramos en “Adr. Volkerlaan”. Hay animación; es una barriada que me recuerda a cualquier barrio de cualquier ciudad periférica de Madrid aunque con un pequeño canal de aguas oscuras y tranquilas. Percibo que para ellos la carrera es el acontecimiento del domingo y lo toman como una fiesta. Toman tentempiés, hay muchos niños a lo largo del recorrido acompañando a sus padres, ¿o es al revés? e inevitablemente me hace recordar a los mios. También me acuerdo de Urre porque sé que disfruta como yo estrechando la mano tendida de los niños. Algunos incluso te llaman y vitorean cuando chocas sus manos. Tampoco puedo evitar acordarme de la San Silvestre Vallecana en esa nube de manos tendidas y por asociación de ideas de Vallekano. A lo largo del recorrido mucha gente ofrece comida, creo ver donuts, ricos pero indigestos, al menos para mí. También a lo largo del recorrido veo a muchos ciclistas entre los espectadores y también por asociación de ideas me acuerdo de Josito y Rocky. Ese tramo de carrera discurre por la calle “Olympiaweg” que tiene cierto parecido con la calle de la carrera de Canillejas que discurre por el parque; en este caso el giro también es cerrado. De momento todo es novedoso y hasta festivo; los espectadores nos llevan en volandas, realmente vamos muy bien. A veces llevamos un ritmo por encima del previsto. Ir con Roger me da confianza y me siento orgulloso de que los que nos vean, vean que dos personas del mismo equipo están haciendo la carrera juntos. Ojalá podamos repetir la entrada en Sevilla una vez más juntos! Recuerdo que Roger me dice que sonría y salude a las cámaras que eso nos hará sentirnos bien. Y tiene razón. Vamos por “Spinozaweg” pasamos por debajo de un túnel del ferrocarril. Eso sucede en el km 9,61 aproximadamente. El tramo de carrera alrededor del “Zuidepark” se me hace algo cansina por no decir repetitiva. El viento nos pega fuerte en esa zona y buscamos grupo para cubrirnos del viento. Todo el mundo se sabe el truco y no es fácil conseguir el objetivo. A veces pego tirones para desmarcarme y en algún momento noto que vamos liderando a un grupo de corredores. La sensación me gusta. En ese devenir de casas, canales, y frio llegamos al km 20 y por tanto es el momento de tomar el primer gel. Llevamos 1 hora 35 minutos corriendo. Esto no ha hecho más que empezar. Como dijo Roger estamos haciendo tiempo para llegar al km 30, jejeje. Hay momentos en que veo a Roger más fresco, en otros me da la sensación de que soy yo el que va más fresco. Estamos muy igualados. El binomio Roger-CPM es un valor en alza … pero sabemos que en cualquier momento esa unión de hecho puede romperse, pero todavía no; no hasta el kilómetro 30. Lo hemos hablado tanto el sábado como durante la carrera, ninguno de los dos debe ser un estorbo para el otro, ni debe sacrificar su carrera por el otro no haría justicia a los meses de entrenamiento. Cada uno debe hacer la suya. Tengo las manos heladas y eso me impide maniobrar con facilidad para abril el bolsillo en el que llevo los geles. Por fin soy capaz de sacar el gel pero tengo miedo de que se me caiga de las manos. No era consciente hasta ese momento del frio de las manos. Noto como si las órdenes que manda mi cerebro a las manos no se ejecutasen. Vamos avanzando por “Dorpsweg” y me parece intuir el Puente Erasmus como así le digo a Roger. Más tarde hablaríamos de la necesidad de estudiar siempre con detenimiento el itinerario de la carrera para familiarizarnos con ella pues desconocer el trazado me genera ansiedad.

Al fondo hay una chimenea de fábrica bastante alta y en ese punto certificamos el medio maratón. Entramos en “Brieselaan”. Es una recta bastante larga. El termómetro marca 6 ºC. El camino se me está haciendo bastante aburrido además no sé si serán sensaciones mías pero cada vez que pasamos por delante de un grupo de música les encontramos descansando con lo que la única música que oímos es la de nuestras propias pisadas.
Entramos en una zona en la que hay poca animación, “Putselaan” (“laan” es avenida). La zona es triste y se aprecia una mayor concentración de inmigrantes. El ambiente no tiene nada que ver con la zona de “Olimpiaweg”. Regresamos a la Avenida del Sur “Laan op Zuid” y nos preparamos con buen ritmo para regresar tras una curva a la izquierda nuevamente al puente Erasmus. Vamos bien. Acabamos de pasar el kilómetro 25. El pensar que pronto veremos a los nuestros nos hace estar más eufóricos. La entrada en el puente es espectacular. Hay muchísima animación. La ciudad muestra su lado más moderno por contraposición a la arquitectura que acabamos de dejar hace unos instantes. El paso por el puente se nos hace algo largo pero una vez en la cima divisamos lo que tenemos por delante. Personas y más personas esperando, aplaudiendo, vitoreando, … cruzamos el puente cuando diviso a Iván, Lupe, Alicia y Crack. Lanzo un grito de furia española y choco las manos de todos. Ell@s están emocionados y nosotros también. Hay una bandera española y les gritamos para que sepan que somos españoles. Un corredor entra en complicidad con nosotros y pronuncia con un gesto de asentimiento la palabra España.

Nos dirigimos hacia la meta pero sabemos que aún queda el esperado kilómetro 30. Pasamos por debajo de un túnel con su bajada y su especial subida. ¡Ya podían haber puesto la subida mucho antes! Nos cruzamos con corredores a los que ya solamente les queda una recta y una curva para llegar finalmente a meta. Llevamos 2 horas 13 minutos de carrera. Cruzamos por debajo de las casas triangulares.

Llegamos al kilómetro 30 y no veo al del mazo por ninguna parte. Eso me tranquiliza. Tomamos el segundo gel. Me cuesta un horror localizar el gel en el bolsillo, eso me impide coger agua y me tengo que conformar con la bebida isotónica cuyo contenido, en parte, lo vierto en la mano izquierda. Veo que Roger se queda atrás cogiendo el agua. En Estadionweg también había pasado algo parecido pero siempre volvíamos a reunirnos. Cuando logro terminar el gel me da la impresión de que Roger está a mi lado derecho pero resulta que era otro corredor con camiseta naranja. Eso me preocupa y entonces caigo en la cuenta de que Roger se ha debido quedar atrás. El suelo está lleno de vasos. Me veo bien y continúo a mi ritmo esperando que Roger se sume pero no es así. Con bastante pena emprendo mi carrera en solitario. Empieza mi carrera. A veces el que se esté celebrando a la vez carreras de relevos (van con banda cruzada) es un inconveniente pues los corredores que salen frescos en ocasiones se cruzan e interrumpen la marcha. Creo que sale el sol y la temperatura es más agradable. A todo esto hay que decir que por fin a lo largo del parque la música suena. No se me hace duro el parque y me mentalizo para abordar esta última etapa como si empezara un entrenamiento de media hora. Me digo, si cuando entreno a un ritmo exigente durante media lo aguanto no se por qué narices no voy a poder hacer lo mismo; a fin de cuentas si he llegado hasta aquí es que puedo llegar más lejos. Me gusta correr por esa zona, el camino es amplio, despejado y con una buena perspectiva. ¡Estoy disfrutando y siento las piernas! Tras atravesar un paso subterráneo tomo el penúltimo gel, el del kilómetro 35 y emprendo el camino final. El parque es bastante bonito y en el lago interior hay embarcaciones de vela recreativa. Veo el agua rizada. Pienso en la suerte de tener un lago en medio de la ciudad para practicar vela. Ya llega el final y voy cantando los kilómetros que queda, el 38, el 39 … la música de jazz me hace disfrutar. El número de corredores que van caminando va en aumento. Pero yo me siento muy bien. Me emociono y esa sensación me hace casi quedarme sin aliento. Me repongo pues a ver si voy a morir de éxito. No sé si es un espejismo pero tengo la sensación de que me queda por dar otra vuelta antes de salir del parque. Me siento perdido y me doy cuenta enseguida de que son los corredores que están pasando ahora por el km 30. Voy a por el km 40 Lanzo unos besos a las cantantes de un grupo que tocaba música de los 80, cantan muy bien y me da rabia no poderme parar a escucharlas pues tienen unas bonitas voces. Por asegurar me tomo otro gel aunque yo creo que más que ayudar me revolvió el estómago. Antes de pasar por debajo de las casas triangulares pienso en que aunque me queda poco aún tengo que luchar un poco más. Ya quiero terminar. Veo a Alicia, Lupe, Crack e Invi y me jalean. La alegría es inmensa y el corazón se desboca. Invi sale disparado hacia mi para acompañarme el último kilómetro. Su energía me devuelve nuevos ánimos, me dice que voy muy bien, que yo no hable que el habla por mi. Muchas gracias Iván. Antes de llegar al tramo final me deja que termine solo y emprendo la recta con una creciente sonrisa. La avenida está rodeada de personas. Sé que es el final del principio de una nueva carrera y veo que voy a marcar un buen tiempo, disfruto de los últimos metros poniendo los pulgares hacia arriba, hago el avión varias veces sin perder la sonrisa. Veo a personas en las gradas y les grito que aplaudan. Algunos me secundan otros no pero me da igual yo soy la alegría personificada no necesito nada más. Un grupo de mujeres de la organización veo que me miran y se sonríen. Les sonrío y cruzo la meta con un tiempo de 3:26:57, mejor marca personal y según me recordó Jonathan Esteve mi segunda triple corona, pues al igual que en la temporada pasada mejoré marca en 10.000, en medio maratón y ahora en maratón.

Cuando crucé la meta grité NE NIKE KAMEN … “hemos vencido” ….He superado todos los inconvenientes que se me han ido poniendo por delante antes de llegar a este día. He logrado superar los obstáculos. El cielo ha sido benévolo conmigo pero también mi tesón y esfuerzo lo han hecho posible.


http://www.fortismarathonrotterdam.nl/content/runnerstv/fmr/index.asp?e=RD10M&n=Prieto%20Martin%20Carlos&r=5785&ct_s1=11:01:41&ct_s2=11:26:56&nt_s2=00:25:15&ct_s3=11:50:45&nt_s3=00:49:04&ct_s4=12:14:53&nt_s4=01:13:13&ct_s5=12:38:56&nt_s5=01:37:15&ct_s6=12:44:37&nt_s6=01:42:57&ct_s7=13:03:45&nt_s7=02:02:05&ct_s8=13:28:45&nt_s8=02:27:05&ct_s9=13:53:39&nt_s9=02:51:58&ct_s10=14:18:12&nt_s10=03:16:31&ct_f=14:28:37&nt_f=03:26:57&l=NL&player=1&random=8820&k=finishtotaal&index=12&index=1&cct=1100000000000000000000000000000000000000&player=1









Nada más cruzar la meta mi primeros pensamientos fueron para mi compañero Roger. Me quedé cerca de la meta a ver si le veía llegar pero no paraban de llegar corredores y lo prudente era avanzar. Tenía sed y ni me acordaba de la medalla. Me dirigí a una de las voluntarias que las entregaban y me la puso. Yo le di de dos besos y le di las gracias. A continuación una señora entregaba mantas de plástico negro con el anagrama de Adidas, me vino bien porque la temperatura era baja. Cogí un plátano pero, aparte de estar malísimo, no podía comer. Me hidraté lo que pude aunque el líquido tampoco entraba tan facilmente. Volvía la cabeza para ver si veía a Roger pero no. Al cabo de un rato le vi aparecer en dirección hacia la salida en dónde yo estaba. Nos dimos un fuerte abrazo y nos dirigimos al encuentro del resto de la expedición.

Cuando nos dirigíamos al encuentro de nuestros compañeros encontramos caras y expresiones de complicidad entre las personas que nos cruzábamos. Un fotógrafo nos hizo algunas fotos, una de ellas aparece Roger dándole un mordisco a la medalla. Qué grande!

Estábamos cansados pero felices. Misión cumplida.

Habíamos escrito una nueva página de nuestra historia. Ahora a por el siguiente ....

Agradecimientos especiales a la Escuela del Corredor de la Universidad Europea de Madrid ... Jonathan Esteve, Javier España , Íria, Diego y Ernesto.