domingo, 26 de diciembre de 2010

LA MAGIA DE LA NAVIDAD

Hoy me tocaba un entrenamiento exigente. Llevo desde el martes pasado con un catarro que no me quito de encima. Además este catarro ha evolucionado hacia el pecho y yo diría que incluso ahora tengo faringitis. La mala suerte es que no he podido ir al médico para que valorara mi situación  y empezara a mandarme algo contundente ya que con anticatarrales no ha sido posible mejorar. Entrenar acatarrado, no entrenar. Al final he seguido entrenando y .... el Domingo pasado tenía una carrera objetivo, la de Aranjuez y no me recuperé como para estar en condiciones de intentar mejorar mi marca en 10 km. Tampoco me recuperé del catarro y sigo con él. Hoy me levanté con no muy buenas sensaciones; tenía que correr 90 minutos con cambios de ritmo y mañana 80 minutos de carrera continua. No me sentía con ánimos para exigirme mucho esfuerzo. Además me sentía embotado, con dolor de cabeza y congestionado. Pero al final tomé una decisión, salir a correr, no los 90 minutos sino los 80, a un ritmo tranquilo pero celebrando la Navidad. Asi que me puse mi gorro "desestructurado" de Papá Noel, y salí a correr. Me noté especialmente ligero, muy ligero. Sorprendente. Purifiqué mis vías respiratorias y cuando ya el aire me entraba sin problemas empecé a disfrutar. No solo de la carrera sino de la Navidad. Veía a personas que se cruzaban en mi camino y me sonreían. Algunos me felicitaban la Navidad. Otros se quedaban sorprendidos. Otros me ignoraron. Pero recuerdo esas caras de felicidad sobre todo de los coches en los que iban niños y me miraban, me saludaban. Uno de ellos me dijo "adiós Papá Noel". Me dirigí hacia el campo y veía un campo limpio, con señales de escarcha, de hielo en los charcos que me encontraba por el camino, Gredos al fondo, la Sierra de Guadarrama a mi derecha, ambas nevadas, el aire limpio, mis pulmones respirando sin problemas, mi corazón sin contratiempo, mis piernas ligeras, había cuestas, la pendiente era lo de menos no me afectaba, .... el cielo azul, azul con nubles blancas, azul de invierno, frio, pero con sol, ... y el sonido de mis pisadas ... y disfrutando de un momento de la Navidad único. Volví sobre mis pasos pero poco me importó hacer más tiempo del previsto, hubiera corrido un maratón. No estaba cansado. Sorprendente. Ninguna molestia. Incluso el catarro parece haber mejorado algo ... no se si tuvo algo que ver la Navidad, el sentimiento con el que salí esta mañana. No me enfundé ese gorro por llamar la atención, aunque lo hiciera, sino para reivindicar mi derecho a celebrar la Navidad y a compartirlo con los demás.
La sonrisa de los más pequeños, pero también de los mayores, será difícil de olvidar.

martes, 14 de diciembre de 2010

UNA DEFICIÓN DE CORREDOR POPULAR

....Llegar a casa cansado, a veces con problemas, en ocasiones familiares, profesionales, o todos a la vez, con días gélidos o calurosos, a veces con lluvia, o viento helado, sorteando catarros o conviviendo con ellos, con décimas de fiebre, con dolores varios por no decir miles, conviviendo o saliendo de lesiones sin un equipo médico detrás que te inyecte nada para estar en dos días como si tal cosa, luchando contra la desmotivación y/o el cansancio físico y mental, equilibrando el desequilibrio del día a día, buscando/negociando el equilibrio familiar, predicar en el desierto para que entiendan que no estás loco que sabemos lo que queremos y que esto es vivir la vida igual que si fuera un sueño, sorteando y truequeando agendas, cambiando días de entrenamiento, llegando a casa tarde y salir a entrenar, entrenar después de cenar o incluso tras una dura reunión cuando no de un viaje de trabajo, .... eso y más hacemos los populares ... Y SIN DOPAJE ... SALVO ECHARSE AL COLETO UN BUEN POTAJE..