miércoles, 30 de marzo de 2011

EL "TOQUE" EN LAS CARRERAS


Ha sido esta fotografía del reciente V Medio Maratón de Segovia la que me ha impulsado a lanzar este tema para el debate o por lo menos para que conste que lo que yo denomino el "toque" no solo es patrimonio de las carreras en pista sino también de las populares como ésta. Aunque no haya mucha variedad, lo cierto es que la "cosa" va del toque amable, como el de la fotografía, para evitar pisar a otro "compañero", a abordajes en toda regla, empujones algunos malintencionados, codazos, cruces temerarios,  ... y no me atrevo a poner más.

Intenté localizar referencias a "toques" y lo cierto es que no encontré mucho, por no decir nada. Mi primera investigación me llevó al resultado siguiente aunque de carreras de karts:


"El año pasado yo llevé algún wild card con problemas al final de la carrera y fue culpa mía. Nosotros no nos damos toques continuos ( por eso mi cabreo de la semana pasada) no nos metemos por dentro jodiendo la trayectoria del que va delante y sacandolo de la pista, ni nos apoyamos en el que vamos delante, sscándolo para enderezar mi kart y adelantarlo y joderle la carrera. Esas cosas en bobillos no se hacen y es bueno que los wild card lo sepan, asi como nosotros estemos tranquilos. No nos va la vida en esto y no podemos perder las formas nunca."


Aunque el lenguaje es un poco incomprensible, lo que refleja es la conducta de algunos.

Seguí buscando por referencias a atletismo y lo que encontré ya referido al mundo del corredor fue lo siguiente:

El atleta colombiano ganó el Ascenso a la Torre Colpatria, con tiempo de 5 minutos 6 segundos.
Ni los empujones ni los codazos del número uno del escalafón mundial en carreras de escalada, el alemán Thomas Dold, pudieron con las ganas del colombiano Juan Pablo Rangel, quien con tiempo de 5 minutos 6 segundos se impuso en la sexta edición del Ascenso a la Torre Colpatria, ayer en Bogotá.
....
"Corrió muy sucio. Ya me lo habían dicho, pero no lo creí. Me empujó en la recta de salida, me arrinconó contra las vallas y en la subida nos trató de moler a codo, pero le respondimos en la propia competencia", precisó Rangel.


Delicioso el lenguaje de nuestros hermanos del otro lado del charco, pero sucia la conducta de ese tal Thomas.

Para no acabar ahí la cosa, seguí buscando pero esta vez intentando localizar algún suceso en pista que es en realidad donde se mezcla conducta con ¿estrategia marrullera?, veamos:

"Esto viene a cuento por el mal cuerpo que se me quedó después de la prueba de 1500 en el campeonato de España de pista cubierta celebrado este fin de semana en Sevilla. ¡Cómo no va a ganar alguien si al que te intenta adelantar le coges del brazo y le frenas en plena progresión!. No discuto la calidad de Arturo Casado como corredor pues sus éxitos están ahí, pero lo que me indigna son las malas artes." 

A más a más localicé que en los manuales de primaria de atletismo se dice:

"Un corredor puede ser descalificado por: empujar a otro participante, dar codazos a otro corredor, cruzarse en carreras de pista libre y marcha obstruyendo el paso de otro corredor, ..."

Finalmente en el reglamento de la última carrera que he corrido, Medio Maratón de Segovia, se decía: "Será descalificado todo corredor que ... manifieste un comportamiento antideportivo".

No pretendo hacer una tesis y seguro que en la RFEA hay algo sobre este tema, lo que desconozco es si existe o al menos debería existir UN CÓDIGO DE CONDUCTA DEL BUEN CORREDOR sobre todo porque creo que aunque a algunos no les haga falta a otros sí.

Todos hemos comprobado e incluso en ocasiones ser protagonistas de este tipo de actuaciones, mea culpa, a veces he hecho algún cruce temerario, por ejemplo en la Behovia SS de 2009 para chocar las manos de los niños y recibí el merecido aunque excesivo empujón de un corredor, o el pasado Domingo en Segovia porque no había manera de atravesar el muro de corredores (algunos parece que están preparando una comparsa de moros y cristianos). Es verdad que a veces te dan ganas de empujar a más de uno cuando ves que se empeñan en no dejarte pasar y suben los codos como si fueran a iniciarse en el baile de los pajaritos, osea polluelil, o cuando como en la Media de Torrevieja del año 2010 un "rudo" se introdujo a presión entre otro corredor y yo pegándome un codazo en el pulsómetro con la consecuencia de que me lo apagó y por ello perdí el control de tiempos de una carrera para mi importante.  Para esos debería ir dirigido el código de conducta aunque como dijo una vez una persona conocida, "el que nace lechón muere cochino" o como decía mi bisabuela ... "de donde no hay no se puede sacar".

Pues eso.

domingo, 27 de marzo de 2011

Inmunactive - o Cómo activar las defensas

Este invierno pasado cogí lo que parecía ser un simple catarro más, pero resultó que no fue así. Entrenaba, llegaron de días de mucho frío y no recuperaba. Pasé unas malas navidades. Llegó enero y seguía mal. Tomé de todo, incluso antibiótico pero nada. Salí de viaje y por la noche tuve fiebre. Al día siguiente me dolía todo el cuerpo pero sorprendentemente por la tarde ya estaba perfecto. Fuí al médico dos veces. Todo lo que terminara en "itis" lo pasé.


Fui a la tienda "Laister" y me recomendaron que me tomara inmunactive. El Mister me había recomendado en varias ocasiones inmunoferon. Son similares. El caso es que desde que empecé a tomarlo noté que me recuperaba. Veo que funciona ergo .... pasa a la botica.

viernes, 18 de marzo de 2011

MARATÓ DE BARCELONA 2011 - BARCELONA FUE UNA FIESTA




N
o se me ocurre mejor comienzo para este relato que comenzar con una oración, la que nuestro querido amigo, corredor y compañero Dani, nos ofreció con tanto sentimiento y acierto antes de la partida:


MAESTROS RUNEROS, QUE LA SUERTE OS ACOMPAÑE,
que cuando duelan las piernas
os acordeis de los que no pueden correr con vosotros
y apreteis los dientes,
que disfruteis del sufrimiento,
que no durmais bien la noche anterior y que de igual,
que mireis mil veces las maletas por si falta algo,
que el nudo en la garganta los primeros metros sea tan grande como el esfuerzo que habeis puesto en preparar la maraton,
que mireis en los aplausos de todos nosotros y encontreis la fuerza que seguro que ya teneis;
esa es la recompensa y la que cada uno se crea a si mismo.
Eso y mil sensaciones y sentimientos que ya conoceis son los 42 y pico ( ya lo sabeis desde hace tiempo ) un fuerte abrazo amigos y a seguir soñando.


En esa maleta a la que hace referencia nuestro querido compañero Dani llevaba algunos recuerdos. O tal vez amuletos. Uno de esos amuletos fue esta oración. Creo que la necesitaba y encontré en esa oración justo lo que mi espíritu necesitaba.

Hemingway escribió "París era una fiesta" ... yo he escrito "Barcelona era una fiesta" y lo fue, os juro que lo fue.

A veces cuesta hablar de penas, a veces cuesta dejar por escrito que cuesta conseguir las cosas, a veces cuesta decidirse a expresar los sentimientos profundos de cada uno por temor a que le consideren que busca justificar algo, o que le compadezcan; os aseguro que no lo pretendo, pero creo que esta crónica sería falsa de principio a fin si dijera que me ha resultado fácil llegar a correr este Maratón. Porque no lo ha sido.

Sí, sé que soy privilegiado porque lo he corrido, porque me he sobrepuesto a un esguince que me puso al borde de abandonarlo todo, porque superé una lumbalgia que de repente apareció haciendo una nueva mella en mi autoconfianza, porque superé una mala gripe que me dejó sin fuerzas echando por tierra mis esperanzas en Aranjuez y Getafe, y amenazando Barcelona. Sí se que soy un privilegiado porque a pesar de todo he podido estar en la línea de salida. Lo reconozco. Pero también reconozco que he resistido.


Barcelona no era mi carrera objetivo sino Valencia. Por qué Valencia y no Barcelona? No podría explicarlo. Algo me decía que era la carrera que tenía que correr. Pero el destino se iba a encargar de cambiar esa idea pues un tanto incomprensiblemente, cuando el plazo de inscripción para la Maratón de Valencia se había abierto deciden los organizadores, sobre la marcha, trasladar la carrera al mes de noviembre. Con un esguince a mis espaldas, sensaciones contradictorias, dudas, alejado de mi anterior estado de forma, ... por suerte mis compañeros Roger y Crack deciden ir a Barcelona y no les cuesta trabajo convencerme. Y de palabra me decido, pero mi pensamiento sigue perdido y poco convencido. Enfadado por la decisión de los organizadores de la Maratón de Valencia. Todos sabemos que correr es algo más que calzarse unas zapatillas y que las carreras se empiezan a correr mucho antes de disputarlas y a mí me habían retirado a mitad de carrera.

Por si no fuera bastante, no siento recuperar la forma, llego a la carrera de Canillejas y si el año pasado fueron días vinos y rosas, me estrello contra la triste realidad de no alcanzar la marca del año pasado. Me dicen que todavía es pronto, que en Aranjuez estaré en el punto óptimo pero la gripe se encarga de que no fuera así. A pesar de eso tras hablar con Ana, Crack, Curroslow y Rafi, con una copa de vino en la mano y unas navidades que impregnan el aire, no sé por qué mi espíritu está tranquilo, acepto mi destino y pienso que si este año tiene que ser de sequía pues habrá que resignarse. Getafe a la salida del tunel promete un cambio pero no es así. Aprecio una recuperación pero no llego, me visita el del mazo y me atiza fuerte, no para dejarme sin aire pero sí para evitarme alcanzar una nueva marca. La sensación es parecida a la de Aranjuez. Pienso que si tiene que ser un año de sequía pues cuánto antes pase mejor.

Empiezo a salir de la gripe y me recupero, siento una especie de renacimiento tras Getafe. Siento ganas de saltar, noto la fuerza correr por mis venas. Me siento con ganas de comerme el asfalto, siento que algo cambia pero con los antecedentes de Aranjuez y Getafe no puedo hacerme ilusiones. La prueba de lactato una semana antes me pronostica tener capacidad para aguantar el maratón a un ritmo por debajo de 4:40.

Algo en mi interior no me deja confiarme en ese ritmo. Razono de la siguiente manera: si el año pasado sin percance alguno mejoré marcas en 10 km, en media maratón, y al final terminé el maratón de Rotterdam a un ritmo de 4,54 cómo voy a ir a un ritmo de 4:40 sin haber conseguido alcanzar las marcas de 10km y medio maratón del año pasado?

No obstante el trabajo estaba hecho. A pesar de que hubo días en los que me costaba mucho trabajo entrenar porque tenía sensación de frio, no me encontraba bien, salía a entrenar y a cumplir con el entrenamiento. No era capaz de recuperar las fuerzas tras los entrenamientos pero los cumplía a rajatabla.

Por si fuera poco Roger se lesiona y se ve amenazada su participación en Barcelona. Crack tampoco parece tener un buen año, pero cuando oh destino coincidimos por casualidad en la Casa de Campo para hacer la tirada larga, sigue siendo el mismo de siempre; ligero y fuerte, inalcanzable. Posiblemente por su cabeza pasan otras cosas. Crack eres el ariete, no lo olvides!

En este mismo foro, los miembros del equipo se preguntan que no damos señales de vida considerando que el maratón está cerca pero ... se confirma que Roger no va a correr y eso es una dura noticia que impide tener la misma alegría que si no hubiese pasado nada.

Pero llega la semana del maratón y tenemos que asumir la realidad. Tenemos que prepararnos para la carrera. Y renace el espíritu de Filípides. Yo lo siento, Crack lo siente. Roger lo siente y nos anima. Vuelve la emoción. Entre los expedicionarios nos jaleamos y empezamos a ponernos nerviosos. El Sábado anterior repaso el recorrido. Hasta ese momento no le había dedicado ninguna atención. Vuelve de nuevo el espíritu. Mañana saldremos hacia Barcelona:

MAESTROS RUNEROS, QUE LA SUERTE OS ACOMPAÑE,
...
os acordéis de los que no pueden correr con vosotros
...
que no durmáis bien la noche anterior y que de igual,
que miréis mil veces las maletas por si falta algo,
...

Sábado 5 de marzo de 2011

Y llega el día previo al Maratón. El día del viaje. Llegamos sin contratiempo al aeropuerto. Hemos tenido que madrugar. Mi semana ha sido complicada de trabajo. Con un viaje al comienzo de semana que me obligó a dormir menos de cuatro horas con lo que arrastré durante el resto de semana bastante sueño y cansancio. Los geles los compro el jueves. Las medias naranjas las compro el viernes por la tarde. Mi intención era haberlas comprado a lo largo de la semana estando “Laister” muy cerca de mi lugar de trabajo. Pero el trabajo de esta semana es intenso y no me permite un respiro. Tensión hasta el último momento. Esto promete. Al menos la buena noticia es que parece que no va a hacer mal tiempo en Barcelona sino incluso sol y las temperaturas serán suaves e incluso cálidas a mediodía.

Llegamos al aeropuerto sin contratiempos, en tiempo, y hasta para tomar un café. Me despisto y cuando miro el reloj es justo la hora de embarque (T4 - H16). Salida de estampida … la puerta sigue en su sitio y acaba de comenzar el embarque. Ya en el avión oigo que me llaman y oh sorpresa son, Clara, Roger y Crack. ¡Comienza bien el viaje!. No sé por qué pensaba que salían en un avión anterior pero se ha debido a una confusión entre hora de embarque y hora de salida.

Cuando aterrizamos cada uno nos vamos a nuestros respectivos hoteles. Nos cogemos el eurobus que nos deja en la Plaza de España y desde ahí cogemos un taxi que nos lleva al hotel. El nuestro, el NH Forum, en la calle Ecuador, 40. Un hotel pequeño, cómodo, funcional, a unos diez minutos andando de la estación de Sants pero con un problema que le hace no apto para corredores, no dan desayunos sino a las 7,30 de la mañana y nada de habitación de cortesía, si quieres disponer de la habitación, pagas por horas 10 euros adicionales. Finalmente no me queda más remedio que pagarlos, una hora más. Poco sensibles a los corredores. Ellos verán.




Llegamos a la Feria del Corredor, que se instala en el Pabellón nº 6 del recinto de Montjuic de la Fira de Barcelona. Recojo por partes, primero el dorsal y chip, luego la camiseta “naranja” y luego la bolsa “negra” de nylon del maratón. Después comprobamos, al estilo de la SSVK, que el chip está referenciado a un servidor. Comprobación realizada. Llamo a Roger y me contesta que están de camino. Una vez reunidos nos damos una vuelta por la feria antes de comer. La feria es también del triatlón y podría decir que hay bastantes stands, garmin, mizuno, Brooks (veo las glycerin 9 que saldrán al mercado en octubre … me gustan … incorporan como novedad amortiguación en toda la pisada, antes unicamente en el talón y metatarso; me comenta el encargado del stand que podía intercambiar el uso de las glycerin con las ghost más ligeras para series y carreras cortas; es una posibilidad), adidas con unas sorprendentes gorras ligeras de color verde, también rosa (el verde al parecer es el color de este año de adidas), … stands de productos de nutrición, viajes, gadgets… y luego de carreras (me llamó la atención un stand de los marines americanos, en este caso marinas, jejeje).

Tras la vuelta por la expo, nos ponemos a la cola de la pasta party, escasa, una bebida y un plato de pasta. Intentamos repetir pero no nos dejan. Pasta party. Algo de pasta poco de party pues aquello estaba bastante desangelado a pesar de que hay mucha gente. No podemos evitar comparar con Sevilla como se compara el día y la noche.

Tras esa más o menos frugal ingesta de hidratos nos damos una nueva vuelta por la expo, en esta ocasión con más tranquilidad puesto que las tres cuartas partes de la gente de la mañana se han evaporado. Nos da tiempo a ver las cosas con calma e incluso a hacer alguna compra interesante, preguntar a los de “garmin” por qué mis chinines se me suicidan antes de tiempo y me dicen que si no lo puedo recuperar, si me pongo en contacto con ellos me ofrecen un precio de cambio por el terminal (cosa que ya me dijo Marieta pero que los de la tienda de la calle Barquillo en dónde lo compré me dijeron que no era posible).

Volvemos cada uno a nuestros cuarteles de mando y antes nosotros compramos lo necesario para hidratarme lo que queda de tarde y para desayunar mañana. Tanto la ida como el regreso lo hacemos andando.

En el hotel me afano por descansar pero no duermo veo la televisión y al menos me relajo viendo la serie de dos hombres y medio. Ya es la hora. Hemos quedado a las 8,30 horas para ir a cenar. El punto de encuentro es Drassanes, en plena Rambla. Coño si es carnaval y yo sin enterarme. El metro en no recuerdo qué estación se inunda de bolivianos disfrazados de carnaval, gente disfrazada y más gente.

En la Rambla vamos caminando y preguntamos a un Policía Local si nos pueden recomendar un restaurante bueno y barato y aciertan y acertamos pues cenamos de lujo. Restaurante “La Fonda” cerca de la Plaza Reial. Tomamos un arroz negro que tanto a Crack como a mí  nos sentó fenomenal. Y los postres pues … de muerte!






Al final dan las 12 en el hotel. Antes de salir he dejado sobre la silla mis armas runeras sobre fondo naranja.

Me levantaré a las 6 de la mañana, desayunaré en el cuarto de baño para no despertar a Alicia, … y saldré rumbo a la salida las 7,15. Ese es el plan.



No recuerdo cuando entré en los brazos de morfeo, estaba rendido. Tranquilo pero expectante. ¿Me jugaba algo? Posiblemente nada pero por otra parte me sentía obligado a darlo si no todo casi todo. No se trataba de morir en el intento sino de disfrutar el momento, de ser capaz de mantener un ritmo exigente pero asequible y que permitiera no sufrir en exceso. Lo cierto es que nadie tiene la máquina para predecir el futuro pero esa es la grandeza de cualquier carrera. Ahora recuerdo cuando Roger muchas veces dice que una de las cosas que más le gustan de correr es preparar la estrategia y tiene razón. Ese binomio “prueba-error” es lo que nos acerca al objetivo, intentarlo, probar estrategias, forma parte del juego. El análisis de lactato venía a asegurar que podía correr la carrera por debajo de 4:40 pero cuando empecé a correr toda mi estrategia se basó en el binomio correr cerca de los 4:40 o menos, siendo prudente, pero sobre todo mantener ese ritmo siempre que las sensaciones fueran buenas; en caso contrario adaptarme y bajar el ritmo. Y así lo hice. Pero estoy anticipando acontecimientos que vendrán más tarde.

No recuerdo cuando me quedé dormido pero sí recuerdo que al igual que en días pasados me desperté a las 4, luego a las 5 y finalmente a las 6 de la mañana.

MAESTROS RUNEROS, QUE LA SUERTE OS ACOMPAÑE,
...
que no durmáis bien la noche anterior y que de igual,

Y llegó el gran día. Me levanté a las 6 de la mañana, desayuné en el cuarto de baño, … y salí a las 7,15 rumbo a la Avenida de la Reina María Cristina en dónde se encontraba la salida.




El gran día

La carrera comenzaba a las 8:30 de la mañana. Saliendo a las 7:15 tardaría en llegar desde el hotel entre un cuarto de hora y veinte minutos. Desde las dos columnas venecianas me dirigiría sin contratiempos al guardarropa y después me reencontraría con Crack. Había dos compañeros de la Escuela del Corredor que también corrían y que estarían alrededor de las torres pero no les vi.

Tras cruzar el umbral del hotel la sensación que me invade es la de tranquilidad pero con un objetivo claro, hoy es el día. Un día único, diferente. No puedo evitar compararlo con el año anterior, de Rotterdam y de quienes compartimos esa expedición. No puedo quitarme de la cabeza ese pensamiento fugaz que me vino en el km 40 del maratón de Rotterdam de que sería mi último maratón. Desde luego difícil me lo había puesto el destino para correr mi siguiente maratón, pero allí estaba. Pensamiento que quedaría en el baúl de los recuerdos y que fue puesto a propósito “por el del mazo” como venganza por haberle derribado en Rotterdam.

Voy cruzando las calles, la carrera está en el aire, se siente. En un bar cerrado creo ver a un grupo de corredores desayunando …¿Tan tarde? Atravieso una de las calles que formará parte de la carrera, la carrer de Berlín. Las calles se van convirtiendo en una gran rambla que atraen corredores de todos los puntos de la ciudad. El caudal va creciendo, noto que mis piernas quieren llegar pronto, se mueven atraídas por una fuerza invisible. Ayer fue sábado y la ciudad aún es una confusión de personas con destinos diferentes. Los que aún no se han ido a dormir tras una larga noche de fiesta. Amigos que están sentados en los bancos aún con la tertulia inacabada de la noche. La estación de Sants no está lejos y también me cruzo con viajeros, con personas que van a trabajar, con corredores, … chicas que con la alegría de la noche aún en la madrugada se dirigen a algunos corredores que entran al trapo. Curioso espectáculo. Recuerdo mi primer maratón, Madrid, cuando ya corriendo por la Castellana cerca de la Plaza de Castilla iban varias chicas vestidas de noche intentando cruzar el Paseo entre miles de corredores.

La Plaza de España es un hervidero de gente. Los organizadores están aún ultimando detalles. No veo a Crack y me dirijo al guardarropa, tal vez le encuentre allí. Comienzo con la liturgia de darme radio salil en piernas, glúteos y lumbares y entrego la bolsa. El guardarropa está organizado por dorsales y la organización es eficiente. En el sobre del dorsal venía una pegatina con el número de dorsal y es el que se coloca en la mochila. Enfundado en mi bolsa grande de basura para resguardarme del frio, salgo fuera del mismo pabellón en el que ayer estaba organizado la entrega de dorsales. Algunos me miran sorprendidos por la indumentaria que llevo y pienso que si es la primera vez que ven una cosa así es que no deben ser muy veteranos.

Con la esperanza de encontrarme con mi hermano Crack me dirijo al punto de encuentro. Posiblemente sean las 8 menos diez pero no veo a nadie. Recuerdo que Jonathan me dijo que Norberto, un corredor que va en silla de ruedas estaría por allí y le haría mucha ilusión que le saludáramos. Creo que son algo más de las 8, posiblemente las 8 y 10 y Crack me encuentra, le digo que estoy pendiente de saludar a este amigo y que le espero por allí y eso fue un error porque ya no pude encontrarme con mi querido compañero y amigo. Pasaba el tiempo y Crack no venía. Como desde el pabellón a la torre veneciana había una importante distancia camino al encuentro de Crack pensando que así le evito todo ese largo trayecto. Me quedo cerca del único lugar por el que puede pasar, al lado de la entrada del cajón y enfrente de las escaleras mecánicas que conectan la calle con el piso superior, por encima de la Avinguda de Rius i Taulet. Empiezo a preocuparme y a barajar la posibilidad de haber perdido a Crack. Son las 8 y 20 y vuelvo a bajar hasta la torre veneciana. La Avinguda de la Reina María Cristina está intransitable. La recorro corriendo pues se hace tarde. Llego al punto de encuentro pero no veo a Crack. Le he perdido y me vuelvo al cajón no sin antes mirar constantemente alrededor. Entro en el cajón con tristeza. No poder estar con mi amigo ese día y en ese momento es una putada de las grandes. Pienso que fue un error dejarle ir solo, tenía que haberme ido con él. No paro de mirar en todas las direcciones, intentando localizarle. No sé de qué color es su gorra. Creo que comienza la carrera pero sigo pendiente de Crack, me parece verle pero es un corredor anónimo. Cruzo el comienzo de la carrera sin darme cuenta y pulso el pulsómetro unos metros más allá. Te deseo lo mejor amigo. Me hubiera gustado darte un fuerte abrazo antes de salir pero no siendo posible te lo doy de espíritu, espero que lo sientas. Me emociono. Siento tristeza pero la batalla está delante y está hecha para los valientes y voy a luchar por ella.

La salida

La carrera ha comenzado sin tener sensación de que ha empezado aún. Desconozco si Crack estará por delante o por detrás y ese pensamiento me inundará durante parte de la carrera hasta que me encuentre con Roger y me diga que ha salido detrás de mí. La posibilidad de encontrarnos en carrera es muy difícil pues son más de 15.075 corredores inscritos.


MAESTROS RUNEROS, QUE LA SUERTE OS ACOMPAÑE,

que el nudo en la garganta los primeros metros sea tan grande como el esfuerzo que habéis puesto en preparar la maratón,


El comienzo de la carrera es espectacular, una vez en la rotonda intento coger velocidad de crucero. El primer km lo hago a 4,44. A veces se hace difícil mantener el ritmo porque hay corredores que van en exceso lentos para estar a esas alturas de la carrera; pero también porque la carrera es muy numerosa. La calle de Sants pica hacia arriba pero siendo los primeros kilómetros pasa desapercibida entre pensamientos y observando el panorama. Un power gel en el suelo. Pienso en el que lo haya perdido. El “Camp nou” desde fuera parece más pequeño que el “Bernabeu”. Es una opinión objetiva … que nadie se moleste. Mis comienzos son de intentar mantener el ritmo en 4;40 o cercano. Me emociono pensando en todo lo que he pasado por llegar a ese día. Tengo que respirar profundo porque la emoción me ahoga. Es una emoción de rabia y de lucha. Me noto muy bien. Hay un repecho antes de superar el campo de fútbol que obliga a apretar las piernas. Llegamos a la “Diagonal” y en el km5 al primer avituallamiento. Recordando las palabras de Roger, no hay que saltarse ninguno. Bebo agua en botella. Veo el suelo lleno de botellas y tapones y recrimino la actitud de los que tiran los tapones y botellas al suelo.

En la Avenida Sarrià aparecen los primeros “recortadores”; me molesta ese feo gesto pues hay espacio para ir por la trazada. Pienso en que tal vez para una carrea más corta pueda dar una cierta ventaja pero para una carrera de estas características cambiar de tipo de suelo, con saltos, aterrizajes, debe pasar factura a lo largo de 42 km. En cualquier caso eso debe ser algo que salga de cada uno.

En la Travessera de les Corts volvemos a tener el “Camp nou” al fondo. La carrera acaba de empezar y mi pensamiento está más allá, en la plaza de toros, pues ese será el comienzo del segundo de los 5 tramos en los que he dividido la carrera. Casi coincide con el recorrido interactivo de la web del maratón solo que el último tramo lo dividiré en dos, hasta y desde el monumento a Colón. Atravieso la carrer de Arizala Me dedico a observar alrededor, a la gente que se asoma a los balcones, familias, una señora mayor a la que saludan y se mantiene impasible, … pienso en que es una mañana de domingo, y que muchas de esas familias aún en pijama se estarán preparando el desayuno. No puedo evitar sentir cierta envidia. Enfilamos la carrer de Berlín, calle que está muy cerca del hotel. Tras Berlín viene la carrer de París. Resulta curioso pasar por calles que hacen referencia a emblemáticas maratones aún por disputar.

Llegamos a la “Avinguda de Roma” y al segundo avituallamiento. La carrera es muy numerosa y hay corredores de muchos países, sobre todo de “Danmark”, pero también franceses, alemanes, portugueses, italianos, irlandeses, ingleses, … es impresionante. Parece algo más que una carrera. El día va abriendo y parece que va a hacer un día espectacular. Por evitar dar a nadie en las piernas al tirar mi botella le pasa cerca de la cara de un corredor. Me disculpo y nos chocamos las manos. La estación de Sants la veo al fondo. Antes de girara hacia la Carrer de Tarragona, veo a Roger y le pregunto por Crack. Me dice que va detrás de mí. Voy fresco. Las dos torres venecianas se divisan al fondo. Espero veros pronto. No me agobio pues queda mucha carrera.

Giramos a la izquierda para coger la “Carrer de la Diputació”, hay mucha gente animando. La plaza de Toros convertida en un centro de tiendas está en obras y promete ser un centro comercial muy interesante. Se parece mucho a la Monumental de Las Ventas solo que más pequeña pero del mismo estilo. Me resulta curioso y me da una cierta tristeza que un edificio que se podría calificar como el heredero de los coliseos romanos acabe siendo un centro comercial. Precisamente ayer le comentaba a Alicia que esa misma semana un compañero de trabajo, gallego, decía que en Galicia “se cree que existe un aficionado a los toros y se sospecha de otro”. Yo creía que en Cataluña había más afición taurina pero se ve que no. Los obreros que trabajan en el centro comercial miran el discurrir de la carrera, un corredor les saluda pero no responden al saludo, no sé por qué me da que hay un mucho de curiosidad y algunas pinceladas de cierta indiferencia cuando no de cierto desprecio por comparar situaciones.

Llegamos al segundo tramo de carrera (Gran Vía Corts Catalanes – Puente de Calatrava). En la Gran Vía, da tiempo para todo, para recibir ánimos (anim), “adelantes” (endavant) para observar como jalean a las chicas (noia), incluso para el humor … me rio del comentario de un grupo de corredores que hacen guasa de un corredor más blanco que la azucena, de pinta extranjero, de envergadura más de corredor de velocidad que de fondo, que nos pasa como si le llevara el diablo. También en esa calle hay un corredor que lleva a un hermano, a un hijo, un amigo, en silla de ruedas, paso junto a él y tocándoles en el hombro saludo a los dos con un “adelante campeones”, les aplaudo y continuo mi camino. Hay grupos de música en vivo. Música pop española. Se agradece. Aunque yo hubiese elegido otro tipo de música más movida.

Estamos en el Paseo de Gracia que pica hacia arriba y se nota. Hacia la mitad de la calle veo unas banderas parecidas a las imperiales del Japón de la segunda guerra mundial acompañada de una música exótica de tambores y trompas, pero cuando a la izquierda veo a un “lama”, a quién saludo con el pulgar hacia arriba, está claro que se trata del Tibet y de una manera de manifestarse por su independencia. “La Pedrera” la he dejado a la derecha. Se agradece superar la calle y poner rumbo a la “Sagrada Familia” atravesando la “Carrer del Roselló”. La calle de la Marina, en donde se encuentra el Templo Expiatorio de la Sagrada familia es en bajada. Es un edificio tan sorprendente que para mirarlo en todo su explendor hace falta girar mucho la cabeza. Le lanzo un beso, tras tocarme con el puño el corazón, y continúo mi personal carrera. La emoción me embarga, pero sigo impasible y con las fuerzas intactas. El discurrir por la calle valencia es de transición hacia otro punto sensible de la carrera, la avenida Meridiana. Sensible porque es de subida y porque hay un tramo de carrera en la que se cruzan los que suben y bajan y eso psicológicamente es inquietante. En la bajada busco con la mirada a Crack pero no tengo éxito. Hay muchísimos corredores. Nos intercambiamos miradas. Algún corredor invade nuestra calzada y le recrimino porque puede provocar un contacto. En todas las carreras siempre los hay que dan la nota. Algunos se afanan por proteger su trazada y aunque vayan más lentos te obligan a hacer maniobras arriesgadas. Otros invaden la tuya cuando tienen margen para no hacerlo. Algunos mueven los codos como la madre gallina protege a sus polluelos. Yo alucino un poco pero mi lucha no está ahí.

En la ·Carrer de Felipe II veo a Roger, Alicia y Clara, a la izquierda. Verlos ha sido una casualidad pues esperaba verlos a la derecha. Carga de energía y nueva emoción para afrontar el que será el tercer tramo de la carrera (Puente de Calatrava – Forum) y posiblemente el más difícil, el del hombre del mazo. La animación en ese tramo es espectacular. Unas animadoras con bandera independentista me animan y me llaman por mi nombre. Les doy las gracias.

La subida por el puente hace apretar las piernas, se nota algo de cansancio pero las piernas me responden mejor de lo esperado. No me cuesta impulsarme en la subida. De nuevo en la Gran Vía de las Cortes Catalanas, y paso revista a mi estado. Me veo bien. Sé que tendré que afrontar la parte posiblemente más dura, la del km25 al 30; la de la Torre Agbar. La espero con respeto y algo de miedo. El sol empieza a picar y los corredores empiezan a buscar sombra. Veo en el suelo a un corredor que ha debido de tropezarse con unos mojones de plástico de los que separan el carril bici. Tiene sangre en la nariz. Alguien debe estar quemando madera porque huelo a humo. Me molesta. Saltamos a la “Diagonal”, de nuevo en ella. Del 5 al 25 y tiro porque me toca. Junto con la Avenida de las Cortes Catalanas, la Diagonal, son las únicas que se repiten en distintos tramos del recorrido. Veo el mar.

La “Torre Agbar” se me antoja lejana, casi inalcanzable. Siento que debo prepararme para aguantar el largo trecho que me separa de ella. Es la calle más larga por la que discurre el maratón considerando que se coge de vuelta. Psicológicamente es una dura prueba porque además coincide con el fatídico entorno del km30. La calle en sus últimos km pica en cuesta pero llega la primera sorpresa del recorrido, la afición. Es espectacular. Me recuerda a esas etapas de montaña en la que la gente se echa encima de los corredores. Una chica grita mi nombre después de que les aplaudo y les jaleo con los brazos. No puedo decir nada porque me echaría a llorar, la emoción me tiene sobrecogido, les estoy tan agradecido … vuelvo a renacer, vuelo, sueño, … me cuesta respirar de la emoción, … no quiero salir de ese tramo de la carrera, quiero volver a pasar otra vez, es impresionante. Gracias, gracias, gracias. Afronto el tramo de regreso con una energía especial. A mitad de la calle noto viento y pienso si cuando llegue al final de la calle continuará pero no es así. A lo largo de la carrera intento no quedarme descolgado y cuando me pasa busco nuevo grupo. Pienso que cualquier examen se afronta solo pero éste tenemos la gran fortuna de afrontarlo acompañado de miles de corredores ergo … no puede salir mal. A lo largo de la carrera como una letanía me digo “puedes hacerlo”, y esa misma frase la pongo en voz de cada uno de vosotros; recuerdo las palabras de Jonathan, de Alex, de Nachete, de los amigos de la Escuela del Corredor de la Universidad Europea de Madrid, del Dr. Absen cuando esa misma semana tras pasar por sus manos me dice que me ve muy bien, los sms, las llamadas de teléfono, … con toda esa carga emocional y lo que ya llevo tengo que resistir y conseguir el objetivo. Y afronto el cuarto y penúltimo tramo de la carrera con las fuerzas renovadas. He tomado mi último gel y no tengo intención de tomar ninguno más.

El cuarto tramo de carrera (Forum – Monumento a Colón) es decisivo y lo sé. Aún no hemos entrado en el casco antiguo y hay que aguantar. He tomado demasiada agua con el tercer gel y siento que no me ha caído especialmente bien pero continuo.

Creo que es en el Carrer de la Selva de Mar en donde me encuentro con Roger y Clara que se ponen a correr junto a mí. Les agradezco su generoso gesto y me emociono. Los  marasevibrother juntos de nuevo, … ¡GRACIAS ROGER! …me dice que me ve muy fresco que siga tirando y que Alicia me espera más adelante a la izquierda a la mitad del puente. Choco sus manos y la piropeo. Nueva dosis de energía. 






El mar a la izquierda. Mañana de Domingo. Me entretengo mirando al mar. A quienes deambulan tranquilamente en bicicleta, los que pasean por la playa, los que leen tan tranquilos el periódico, … es un luminoso Domingo.

MAESTROS RUNEROS, QUE LA SUERTE OS ACOMPAÑE,
qué cuando duelan las piernas
os acordéis de los que no pueden correr con vosotros
y apretéis los dientes,
que disfrutéis del sufrimiento,
….
que mireis en los aplausos de todos nosotros y encontréis la fuerza que seguro que ya tenéis;

Las Torres Mapfre son un objetivo. Hay que atravesarlas. En el “Carrer de Salvador Spriu” ya se empiezan a ver escenas de cansancio. Alguno del que tiran sus amigos, que van con una careta suya mirando hacia atrás va muy mal. Vamos en dirección al parque de la Ciutadella, y nuevas escenas de corredores caminando. Consigo superar esa zona y enfilo la entrada por el “Arco del Triunfo”, nuevo momento emocionante, la gente aclama a los corredores, les doy las gracias con golpes en el corazón, me sale un sollozo de sois la hostia pero no puedo decirlo antes porque estoy muy emocionado. No lo podré olvidar. Se pasa cerca de la gente y la cercanía se siente. Choco las manos de los niños. A lo largo del recorrido siempre que he podido lo he hecho. Para mí es una satisfacción hacerles feliz. No puedo negarles mis manos. Creo que mi gesto anónimo les reportará mucho de positivo para sus vidas y me afano en chocar todas las que puedo.

La Plaza de Cataluña la veo al fondo. El espacio acotado y abarrotado es impresionante. La animación también. Entro en la Avenida del Portal del Angel con ganas y fuerza. Paso por delante de la Catedral y la saludo con un beso. Atravieso brevemente la Vía Laietana para enfilar rumbo al Ayuntamiento y la Generalitat en la calle Ferran que también pica en cuesta. Me recuerda a preciados aunque hay una gran diferencia en cuanto a la monumentalidad de Barcelona a diferencia de Madrid que es una calle comercial.


La Rambla de los Capuchinos y de Santa Mónica son el paso previo al final de la carrera. Se nota en el aire que comienza el tramo final en el que se decide todo. Hay personas que irresponsablemente cruzan a pocos metros de los corredores.

Y llegamos al último tramo de la carrera (Monumento a Colón – Meta). El calor y el cansancio se hacen notar. Las dársenas quedan a la derecha. En la ronda de Santa Pau mi ritmo al final de la calle que pica en cuesta baja hasta 5,25. Sin embargo sé que tengo que seguir luchando y me reanimo. En la calle Sepúlveda choco la mano a un niño francés que me da ánimos gritando mi nombre. La fuerza del chaval me da nuevos ánimos y desemboco en la Plaza de España con fuerza. Acelero el ritmo y enfilo el final de la carrera. Tras atravesar las torres venecianas imprimo mucha más energía y ritmo y entro saludando, tocándome las piernas (con las piernas), luego el corazón (con el corazón), luego la cabeza (con  la cabeza) y luego apuntando al cielo (con el espíritu). Voy a mejorar mi marca pero lo realmente importante es que he luchado contra las adversidades y he ganado. Me siento feliz por la recompensa a mi esfuerzo a mi constancia. Cruzo la meta y doy un abrazo al que me pone la medalla, doy las gracias a otra voluntaria que está ayudando y me lo agradece gratamente sorprendida por mi gesto. Mi siguiente pensamiento es para mi compañero Crack. Me gustaría darle un fuerte abrazo. 

Espero encontrarle entre los llegados pero es imposible hay mucha gente. Mi siguiente pensamiento es para mi compañero Roger. 


Como no para Alicia y mis hijos que estoy seguro que estarán orgullosos de su padre. 



Para el Equipo T-Diesel, especialmente para aquéllos que se han molestado/acordado en desearnos suerte y han compartido destino en nuestros corazones en las últimas horas. Mi último pensamiento es para aquello o aquéllos que me han puesto las cosas difíciles porque hoy les he vencido.





MAESTROS RUNEROS, QUE LA SUERTE OS ACOMPAÑE,
esa es la recompensa y la que cada uno se crea a sí mismo.
Eso y mil sensaciones y sentimientos que ya conocéis son los 42 y pico ( ya lo sabéis desde hace tiempo ) un fuerte abrazo amigos y a seguir soñando.

- Dani -


FIN