sábado, 3 de noviembre de 2018

XXXI CROSS DE CUERDA LARGA - 21 de Octubre de 2018





Según reza el artículo 1 del Reglamento de la carrera, el XXXI Cross de Cuerda Larga, es una carrera puntuable para la Copa de Hierro de 2018 de la Real Sociedad Española de Alpinismo de Peñalara, limitada a 450 atletas.

A lo largo de su historia el recorrido se ha modificado incrementando el número de km y por tanto de altitud. A mi me salieron 26,4 km y 1732 m de altitud según mi Garmin Fenix. En el dorsal pone 24.800m y 1028+ y en la información del recorrido, 26 km. Supongo por tanto que los 24.800 obedecen a un recorrido anterior. Por lo que sé, al menos ha habido tres cambios de recorrido, el tradicional salía del Puerto de la Morcuera. Por lo que he visto de carreras que corrieron amigos míos, en 2013 eran aprox. 19,06 km y en 2014, 20,38 km. En 2015 salía del refugio Juvenir de la Morcuera y desde 2017 sale desde el pueblo de Miraflores. También ha habido cambios en el recorrido tras pasar la bola del mundo, antes se bajaba por las pistas y ahora por las zetas.

Programa:

6.45 h: Entrega de dorsales para los inscritos en Servicio de Autobús (Meta – Salida). DNI y Tarjeta federativa (FEDME) presentación obligatoria.
(La entrega se realiza en la Residencia de Peñalara. Tienen cafetería y baños.)

7.15 h: Salida de autocares desde el Puerto de Navacerrada (META - Albergue Peñalara) a Miraflores de la Sierra.
8,00 a 8.30 h: Entrega de dorsales en la zona de SALIDA. DNI y Tarjeta federativa (FEDME) presentación obligatoria.
8.45 h: Control de dorsales (obligatorio)
8,55 h: Información de aspectos técnicos
9,00 h: SALIDA del XXXI Cross de Cuerda Larga.
10,30 h: Cierre del control de paso de Pto de Morcuera
14,30 h: Cierre del control de paso de Valdemartin
15,00 h: Cierre del control de META (Albergue RSEA Peñalara en Puerto de Navacerrada)

El tiempo. 

Decían que podría lloviznar algo al empezar pero que después y conforme fuera avanzando el día se iría aclarando. Decían pero no fue así. 

La carrera

Como para la V Maliciosa Vertical, tampoco había preparado la carrera lo suficiente. Lo máximo que corrí un día fueron 15 km, más otro día una hora y el día anterior 5,45 km. Y esto se nota sobre todo cuando pica hacia arriba y los km van pasando y siendo exigente el recorrido. Es decir, nada nuevo que no sepamos. Si no entrenas ... mal.



Reencuentro con amigos y gente del club. Con Víctor Sáez, Valentín Martín, Eva Gloria y Ana Pérez. Muchos recuerdos trae ese pequeño espacio, el mismo que el de TP 60, mi primer ultra. 
***  




A diferencia del TP 60 que transcurre por el bosque y va subiendo por las zetas, en este caso tras pasar el puente sigue recto hasta el embalse de El Vellón y es entonces, nada más pasarlo cuando cruza el enorme prado al que da sombra la Najarra para subir a las pistas forestales a la altura del canchal para internarse en el monte ya zizageando hacia el Puerto.

No sabría decir si este recorrido es más o menos duro, probablemente menos, pero a mí se me hizo bastante duro llegando a pensar por segunda vez, pero que hago yo aquí con lo bien que estaría en la cama, jajaja. Mi segundo pensamiento de ese estilo, el primero en el bus en el que se iba calentito mientras que en el puerto hacía un frío que pelaba, tras el madrugón y siendo probablemente la constatación de que el frío ya había llegado.

El caso es que ya una vez que te internas en el bosque previo al Puerto, ya es zona conocida y zona en la que se camina bastante y más no estando muy entrenado. Una vez más, como ya me sucedió en el TP 60, las gafas me iban dando la lata y sin darme cuenta se me cayeron. Por suerte dos chavales que iban detrás me advirtieron y me las dieron. Hubiera sido un gran disgusto porque había sido un regalo de Reyes de mis hijos.

En el Puerto de la Morcuera hay un avituallamiento pero no donde se pone el del TP 60 sino anterior, justo al lado de una caseta que hace de refugio. Hacía frío y soplaba viento así que para no quedarme frío me puse el chubasquero cortavientos y ya no me lo quité hasta que llegué al coche tras terminar la carrera.

Uno de los alicientes de correr este cross eran las vistas pero el día no amaneció propicio para ello y el fin de semana siguiente fue peor, cayendo unas nevadas de las buenas.

El tiempo empezaba a empeorar. El camino hacia la cuerda tras pasar por la cabaña de piedra me pareció más sencillo que cuando en otra ocasión fui por allí a entrenar pues no localicé ese trazado y troché por una zona bastante poco favorable.

Una vez que subimos a la cresta el tiempo empeoró, mucho viento, frío y niebla. Una niebla que cada vez se hacía más espesa. No se veía a más de 100 metros con lo que eso de disfrutar del paisaje o planificar el esfuerzo de acuerdo al recorrido que se preveía, fue tarea imposible.

El suelo estaba mojado, las piedras mojadas, luego nos empezó a llover creo que a la altura de "Bailanderos" o "Asómate de hoyos". Había que ir con mucha precaución al cruzar por zonas de piedras porque resbalaba bastante lo que te obligaba a ir en tensión. También iba con bastones.

Precisamente la zona que no conocía era desde Bailanderos hacia Cabeza de Hierro y se hizo muy larga. El último tramo de subida hacia cabezas fue extenuante, por el frio, el viento, ... sabía que nada más pasar Cabezas la cosa sería diferente porque al menos ya sabía dimensionar la distancia. De hecho se me hizo bastante más corto el recorrido. La subida a Cabezas nunca la había hecho por la cara sur y fue dura. Hice una parada para tomar algo y una corredora me pidió que la ayudara para sacarle unos guantes de la mochila. LLevaba las manos congeladas. No me explico como con ese tiempo no se los puso antes. A veces somos todos un poco cabezotas. Yo llevaba unos guantes finos pero también llevaba unos más gordos que me debería haber puesto pero no lo hice. Tal vez lo que queríamos todos era llegar lo antes posible para acabar con ese calvario. El viento en Cabezas era muy fuerte.

Antes de Cabezas creo que tras pasar "Asómate de Hoyos" no se veía a más de 50 metros y cuando me puse en cabeza hubo un momento que tuve que pararme y mirar a los que venían detrás para reagruparnos porque no veía las banderolas del trazado que con la niebla eran difíciles de ver.

Creo que fue más adelante o pasando por Cabezas cuando se me rompió el bastón. Se astilló y no rompió del todo por lo que pude utilizarlo aunque acortado.

Tras pasar Cabezas fui "haciendo la goma" con un corredor que iba con su chica y que se adelantaba y se paraba para esperarla. Se le veía un poco desesperado. No era muy simpático.

Cada uno a lo suyo. Iba encontrándome con algunos corredores a los que animaba o daba consejos. Antes de Valdemartín me encontré con los amigos de un corredor que se había hecho un esguince y fui un rato con ellos. En Valdemartín pasamos por el control. Había una voluntaria a la que agradecí su esfuerzo por soportar esa climatología, ese viento furioso en ese puesto a la intemperie.

Luego enganché con un grupo de corredores con los que bajé por las zetas aunque ellos continuaban hacia las pistas. Conectó otro corredor conmigo y fuimos juntos hasta el "Ventisquero de la Estrada" aunque no pude acompañarle porque me dio un tirón en el cuádriceps izquierdo y tuve que parar e ir más despacio.

El final fue más tranquilo disfrutando de la bajada hasta que llegué al Puerto. Todavía quedaba bajar por el arcén hasta el Albergue Peñalara y en eso que me encontré a David y Marta. Según iba bajando iba reconociendo a algunos corredores de la salida que ya habían acabado.

Justo al final cuando ya entraba en el recinto del Albergue, Josete el Alpi de Useras con su bandera pirata me dice que la coja y que entremos en meta con la bandera, cosa que hago y así entramos en meta al grito de Rock and Roll.


CONTINUARÁ ... ¿Qué Don Camilo hace una copa de hierro para 2019? ¡Si se empeña!


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