Hoy desafié al viento. Corría por la pista y notaba el esfuerzo en unos pulmones que notaban la presión del frío. Me obligaba a ventilar más deprisa. La nariz helada por dentro y con esa sensación como de témpanos de hielo que van aprisionando el poco espacio que queda para pasar el aire.
Hoy he desafiado el viento y me siento contento por ello. Un corredor estepario no puede renegar de sus orígenes de correr junto al viento y con el frío para fundirse consigo mismo, con ellos y sus pensamientos.
Hoy desafié al viento y me siento contento por ello.
Te admiro. Los lobos esteparios sois duros. El aire no puede con vosotros. Con tu permiso, sigo tu blog. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias MMV. Es un honor para mí que sigas mi blog. Un abrazo. El corredor estepario.
ResponderEliminarJoder con el estepario, qué bien escribe y con qué soltura sale victorioso de sus desafíos, que no son blandos por cierto; muy bien hecho, campeón; así se forjan los héroes; un abrazo y a seguir; nos leemos.
ResponderEliminarMuchas gracias Manuel. Un placer leerte por estas estepas. Nos leemos. Un abrazo.
ResponderEliminarBonita y esteparia descripción de lo que es correr en estos días. De vez en cuando nos vienen bien estas jornadas para volver a nuestros orígenes.
ResponderEliminarAsí es pingüina ... tu lo sabes bien ... esos vientos del ártico nos hacen sentirnos vivos ...
ResponderEliminarDesafiastes al frío y al viento y a nosotros nos has arropado con tus letras. Muy bonitas. Un saludo.
ResponderEliminarGracias Espíritu, el sentimiento de apoyo es mutuo. Un fuerte abrazo.
EliminarEso pasa siempre. Cuando más difícil se nos han puesto las cosas, más lo disfrutamos después. Me alegro que acabaras contento, compi.
ResponderEliminarUn abrazo
Marieta
Gracias Marieta ... eso es ... el objetivo está siempre en el horizonte.
Eliminar