viernes, 24 de septiembre de 2010

Zapatillas, almendras y manzanas



Hoy tocaba correr 40 minutos a ritmo menos CCL para después hacer ejercicios de core. 
Eran cerca de las siete de la tarde. El día, nublado. La temperatura, agradable. Suave brisa, acaso viento, pero tibio. Salgo a correr y me noto bien. No me pesan las piernas, algunas molestias en la unión músculo-tendinosa de isquios y gluteo, pero las piernas y el tronco los siento estables; las piernas fuertes. Serán sensaciones momentáneas? Ya veremos cuando lleve corriendo más tiempo. El comienzo siempre es un poco exigente porque comienza en bajada y luego se estabiliza y ese momento siempre lo noto pero hoy no. Puede ser un buen comienzo. El asfalto corre bajo mis piernas. Los mismos árboles. El verano se mantiene. El recorrido ... el de siempre. Los mismos giros, la misma precaución. Vista a la izquierda. Vista a la derecha. Los coches van a lo suyo y yo a lo mío. Y ya sabemos quién tiene las de perder. Giro a la derecha. Parada de autobús. Enfilo la recta y el comienzo de los toboganes, las buenas sensaciones continúan. Los toboganes se suceden. Hoy puede ser un día nirvana, eh Jonathan? Creo que sí. Antes de terminar veo almendros. Las almendras están en el suelo. Junto a los almendros un manzano. Quién dijo que correr es de cobardes? No será de poetas? Quien sabe. Termino mis cuarenta minutos, disfrutando, con almendras y una manzana en las manos. Hoy sin duda fue un gran día. Tenía que contarlo. 

2 comentarios:

  1. Una entrada muy bonita. Enhorabuena, un entrenamiento así se merecía que lo describieras de esta forma. Espero que las almendras fueran dulcen ;D
    Un saludo

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  2. .....y si ellos no lo entienden , peor para ellos......

    muy chula la entrega, describe la llegada del otoño,...es una de las cosas que me gusta de correr....estar en contacto con la naturaleza y ver el cambio de la estaciones, que desde una oficina encerrado no se puede ver

    buena entrada....marasevi brother

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